La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) considera la posibilidad de aprobar una propuesta para poner estaciones de servicio en el cielo, con el fin de acelerar los planes para enviar astronautas a destinos lejanos.
Las estaciones de servicio (NASA llama depósitos de carburante) abastecerían de combustible de una nave espacial en órbita antes de que dirigirse hacia la luna, un asteroide o eventualmente, Marte. En la actualidad, todo el combustible necesario para una misión se lleva con el cohete, y el peso limita el tamaño de la nave.
Las estaciones de recarga de combustible tienen grandes ventajas, pero también implican muchos riesgos.
El próximo mes, los ingenieros se reunirán en la sede de la NASA en Washington para discutir cómo se podrían utilizar los depósitos de carburante para llegar más lejos en el espacio y hacer posible las misiones más ambiciosas con el cohete de carga pesada que la NASA planea construir. Las discusiones surgen de un estudio de seis meses de la agencia de los depósitos de carburante, el cual terminó en julio.
Sin embargo, la agencia espacial ha rechazado la conclusión más radical de la investigación: que la NASA podría renunciar a la carga pesada y usar cohetes más pequeños, junto con los depósitos de combustible, para alcanzar sus metas con mayor rapidez y a un menor costo.
Parada Lunar de combustible (Lunar Orbit Oxygen Refuelling Facility, 1984 Concept). Crédito: NASA via Marcus Lindroos.
Dichos objetivos, para las próximas dos décadas incluyen al menos el retorno a la Luna o una visita a un asteroide (un viaje a Marte es poco probable por lo menos hasta la década de 2030). "Este estudio resalta algunas ventajas interesantes de los depósitos, pero tiene un enfoque muy singular", dijo William H. Gerstenmaier, administrador asociado para la exploración humana de la NASA y la dirección de operaciones, en un comunicado.
Concepto de una futura estación orbital de abastecimiento de combustible. Crédito: Joe Howell/NASA.
Según el plan descrito en el documento, el depósito de carburante se lanzaría primero y luego otros cohetes llevarían combustible a la estación antes de que una nave espacial llagara a recargar. Eso aumentaría la complejidad de una misión que pretenda llegar a los asteroides (de 11 a 17 lanzamientos en vez de cuatro), pero podría llevar a los astronautas de la NASA a un asteroide a más tardar en 2024, aunque el presupuesto total necesario para el proyecto a partir de 2012 hasta el año 2030 sería de 60 mil millones a 86 mil millones de dólares.
Depósito espacial de combustible, con controladores de temperatura solares. Concepto United Launch Alliance (ULA).
En contraste, un estudio elaborado el año pasado diseñó una misión hacia los asteroides en un cohete de carga pesada, donde se estima que costaría 143 mil millones, viaje no podría realizarse sino hasta 2029, y pese a haber considerado brevemente los depósitos de carburante, los rechazó rápidamente.
Las estaciones de recarga de combustible tienen grandes ventajas, pero también implican muchos riesgos, por lo que la NASA enviará la propuesta para que sea debatida en el Congreso.
Fuente: Diario El Mundo
Depósito de combustible Boeing. Es un proyecto de la compañía BOEING para una estación de servicio de combustible en el espacio que permitirá hasta 15 veces más carga de la que pudiera utilizarse en futuras misiones a la luna.
Quantum opina:
Un cohete ordinario funciona a base de reacciones químicas que proporcionan una velocidad constante. la nave avanzaría a su destino acelerando continuamente aprovechando esa velocidad constante. Todo esto provocado por reacciones químicas que provienen del combustible utilizado, que es una mezcla entre oxígeno e hidrógeno. Casi el 80% de todo el combustible necesario para elevar una nave al espacio, se consume simplemente para levantar el peso del combustible propiamente dicho. El combustible pesa casi 20 veces más que la nave en sí.
Actualmente se esta desarrollando un nuevo tipo de motor que permita viajar grandes distancias con bajo consumo de combustible, nos referimos al motor de plasma (Vasimr) del físico y astronauta Franklin Chang-Díaz. El plasma es un gas ioniza-do –eléctricamente cargado– y supercaliente cuya energía puede ser convertida en impulso. El Vasimr podría ser el precursor del gran sueño del programa espacial: un cohete de fusión.