Tres telescopios de la Nasa han servido a astrónomos para escrutar la atmósfera de un planeta del tamaño de Neptuno fuera de nuestro Sistema Solar.
Los telescopios usados han sido el Hubble, el telescopio espacial Spitzer y el famoso cazaplanetas Kepler. Hasta la fecha es el exoplaneta más pequeño donde se han podido caracterizar moléculas de la atmósfera.
El planeta recibe el nombre de HAT-P-11b, y está situado a 120 años luz de la Tierra en la constelación del Cisne. Tarda solo 5 días en dar una órbita a su estrella y sus cielos despejados han permitido identificar moleculas de vapor de agua en su atmósfera.
No es el primer planeta en el que se halla vapor de agua aunque si el más pequeño en el que se ha encontrado. Los grandes exoplanetas de varias veces el tamaño de nuestro Júpiter son los más indicados para rastrear en busca de elementos. El reto está en ir consiguiendolo en exoplanetas con tamaños cada vez más reducido.
En el nuevo estudio se ha usado la cámara Wide Field del Hubble y una técnica llamada transmisión por espectroscopia, en la cual un planeta es observado cuando cruza por delante de su estrella. La luz del astro se filtra a través de la atmósfera del exoplaneta y si moléculas como el agua están presentes absorben parte del luz estelar dejando una huella que pueden captar nuestros telescopios. Estos datos se unen a los aportados por el Kepler en la franja de la luz visible y el Spitzer en la infrarroja.
El reto de los próximos años consistirá en poder encontrar moléculas en planetas cada vez más pequeños, con radios parecidos al de la Tierra. Y de paso que estén orbitando en la zona habitable de sus sistemas.
La nueva generación de telescopios promete dar un vuelco a nuestra comprensión del Universo.
Fuente: Nasa news