Esquema del sistema de láser.
En 1978, el científico de la NASA Donald Kessler predijo que una colisión entre dos pedazos de basura espacial puede desencadenar una cascada de impactos adicionales, creando peligrosamente grandes cantidades de escombros.Kessler señaló que si el ritmo al que se forman los desechos fuera más rápido que el ritmo al que son sacados de órbita, la Tierra se vería rodeada por permanentes cinturones de basura, un escenario que ahora es conocido como el síndrome Kessler.
Según algunas estimaciones, el síndrome Kessler ya se ha vuelto una realidad. En enero de 2009, una colisión entre los satélites Iridium 33 y Cosmos 2251 creó justo esta clase de cascada. Dos años antes, el ejército chino probó un arma anti-satélite destruyendo uno de sus propios satélites llamado Fengyun 1C. Ambos incidentes tuvieron lugar a altitudes cercanas a 800 km.
Hoy en día, el satélite de observación de la Tierra de la Agencia Espacial Europea, Envisat, orbita a una altura similar y es amenazado por impactos potenciales regularmente. Sobre el 60% de estas amenazas pueden deberse a la colisión Iridium/Cosmos o el incidente Fengyun.
Pero, aunque la basura espacial amenaza a la mayoría de los operadores espaciales, pocos tienen un incentivo real para hacer algo al respecto. Si surge una amenaza significativa, normalmente es posible mover un satélite fuera del camino. Eso es mucho más barato que limpiar la basura.
El resultado es una situación del tipo "tragedia de los comunes", donde un recurso común es explotado hasta el punto donde se vuelve inutilizable.
Esta es la parte donde agencias gubernamentales como la NASA entran en juego. Se han sugerido varias ideas para remover la basura espacial, la mayoría de ellas muy costosas.
Ahora, James Mason en el Centro de Investigación Ames de la NASA, cerca de Palo Alto, y algunos compañeros describen una opción mucho más barata. Su idea es eliminar trozos de basura con un láser basado en tierra, reduciendo de ese modo el tiempo necesario para que salgan de órbita.
Por supuesto, un láser para removerla no es completamente nuevo. En la década de 1990, la Fuerza Aérea de EE.UU. estudió la idea, pensando que un láser lo suficientemente poderoso podría quitar un objeto, creando una fuerza que sería usada para sacarlo de órbita. El problema de esta idea es que un láser tan poderoso tiene un obvio doble propósito, que es poco probable que sea para complacer a otras naciones con tecnología espacial.
Por lo que Mason y sus colegas han estudiado la posibilidad de utilizar un sistema de láser mucho menos poderoso que usa el impulso de los fotones para desacelerar la basura. Concentrado en un pedazo de basura por una hora o dos cada día, calculan que un láser de 5 KW podría hacerlo y que tal dispositivo podría retirar hasta dieza objetos por día.
Esto podría ayudar a mover basura desde órbitas potencialmente peligrosas y, finalmente, retirarlas de órbita por completo. De hecho, Mason y sus colegas dicen que el sistema podría revertir el síndrome Kessler, por lo que el ritmo de remoción de escombros superaría al ritmo de creación.
Ellos dicen que su sistema podría incluso ser usado para maniobrar satélites adecuadamente diseñados, sin la necesidad de llevar propulsores. Tal sistema puede ser comercializado como una empresa comercial, para así ayudar a financiarlo.
No necesita ser muy costoso. Mason y sus colegas estiman que un dispositivo de prueba puede ser construido por un millón de dólares, lo que debería ser compartido por muchas naciones con tecnología espacial, para evitar el inevitable problema legal que podría surgir por el uso de tal dispositivo.
Por supuesto, EE.UU. (y obviamente China), ya posee la tecnología para este tipo de trabajo, utilizando sus propios sistemas anti-satélite. Es más, Mason y sus colegas dicen que "puede ser posible realizar una demostración de costo cercano a cero utilizando las capacidades existentes, tales como la Starfire Optical Range en Kirtland AFB".
Es sólo cuestión de tiempo antes que un pedazo de basura espacial cause serios estragos en órbita, amenazando una misión tripulada, por ejemplo. Habrá un montón de interés en este tipo de tecnología después de tal incidente. Y luego nos estaremos preguntando por qué no invertimos en la tecnología cuando tuvimos la oportunidad de evitar este tipo de desastres.
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