Los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI) pronto tendrán un nuevo compañero y no es humano. Es un humanoide. En septiembre de 2010 el Transbordador Discovery entregará a Robonauta 2 (R2) a la EEI, donde se convertirá en el primer robot humanoide en viajar y trabajar en el espacio.
Desarrollado conjuntamente por la NASA y General Motors, R2 luce un poco como C-3PO, de Star Wars.
Izquierda: Robonauta 2, un robot más hábil desarrollado por la NASA y GM. Crédito: NASA.
"Nuestra meta para R2 es desarrollar tareas de mantenimiento rutinario, liberando a la tripulación de la estación para realizar trabajo más importante," explicó Ron Diftler, Administrador del Proyecto Robonauta en el Centro Espacial Johnson.
"Aquí hay un robot que puede ver los objetos a los cuales se dirige, siente el medioambiente y se ajusta al mismo como es necesario. Eso es bastante humano. ¡Abre posibilidades ilimitadas!"
El equipo espera enseñar a R2 realizar todo tipo de cosas en la estación espacial. Por ejemplo, R2 podría realizar tareas delicadas como armar los experimentos científicos para la tripulación o simplemente podría usar una aspiradora.
R2 no se desplazará libremente en la estación, al menos no por ahora. Inicialmente, el nuevo robot será fijado en una ubicación en el Laboratorio Destiny de la estación, pero la meta es que posteriormente R2 se desplace.
"Queremos darle a R2 una pierna para aferrarse y fijarse en diferentes lugares. Usará sus manos para moverse alrededor de lugar en lugar dentro de la estación muy similar a como se mueve un astronauta."
Primero, R2 debe ser probado y evaluado para gravedad cero y otros efectos del medioambiente espacial. Entonces ganará lentamente su conocimiento al procesar desde tareas simples como monitorear su propia salud a realizar tareas más complicadas.
El equipo terrestre y la tripulación de la EEI controlarán al robot con sistemas idénticos, cada uno mediante el uso de un GUI (siglas del inglés para Interfase Gráfica de Usuario) en la pantalla de una computadora y una consola de navegación.
Crédito: Discovery Networks.
"R2 opera bajo 'autonomía supervisada,'" dijo Diftler. "Puede pensar por sí mismo dentro de los límites que le damos. Enviaremos los scripts -secuencias de comandos."
Esa es la forma en que los rovers marcianos Spirit y Opportunity son controlados. Pero hay una diferencia.
"Nuestro robot puede 'ver,' y le toma sólo de 2 a 6 segundos para que el video nos llegue, así que podemos observar casi en tiempo real (para la comparación, un viaje de video desde Marte es típicamente mayor a los 10 minutos). Si vemos que R2 está haciendo algo que no funciona, podemos decirlo inmediatamente, 'Deja eso. Haz esto otro.'"
"Al principio les darías montones de instrucciones detalladas, pero después, una vez que solucionas cualquier area de problemas, sólo chequearías alguna de ellas de vez en cuando," dijo Diftler.
Su equipo continuará, sin embargo, mejorando los avances del robot. "Por ejemplo, a medida que desarrollemos este robot más completamente, su sistema de visión nos permitirá refinar sus movimientos. Seremos capaces de ajustar cómo R2 llega a tomar un objetivo."
Con la simple adición de piernas o ruedas, R2 podría algún día explorar un planeta o asteroide donde los humanos podrían aterrizar, o podría armar y desplegar las estaciones de trabajo para un habitat.
Eventualmente, R2 podría convertirse en un miembro familiar de la tripulación. La pregunta que cabe preguntarse es si algún día R2 hablará.
Agregar voz es relativamente fácil, de acuerdo a Diftler, pero no es una prioridad por el momento. "R2 estará trabajando un montón. Realmente no necesitará hablar."
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Fuente: NASA Science.