Aunque ninguna nave espacial informó de problemas eléctricos en las tormentas de las Dracónidas de 1985 y 1998, explicó que la falta de anomalías en el pasado no debería tomarse como una carta blanca para que los operadores de satélites se despreocupen en 2011.
Sin embargo, La posibilidad de anomalías eléctricas es baja debido a la baja velocidad de las de Dracónidas, señaló Cooke.
La Estación Espacial Internacional tiene fuertes defensas contra la basura orbital.
En el caso de la Estación "no esperamos que suceda nada anormal", añadió Cooke.
Sin embargo, las Dracónidas aparecerán sobre el limbo de la Tierra en un espectacular show celeste para que pueda ser contemplado por los tripulantes de la estación a través de sus ventanas.
A los riesgos provocados por el hombre en forma de basura espacial, los satelites deben sumar los naturales como las lluvias de meteoros
"No tengo preocupaciones sobre la estación espacial. Incluso si las Dracónidas puedan una tormenta de meteoros a gran escala, confiaría en que el programa de la Estación Espacial tomaría los pasos adecuados para mitigar el riesgo", añadió Cooke.
"Pero francamente, debido a los niveles de flujo, no creo que tenga que hacer eso", añadió. "Pero eso es asunto suyo. Se les informa desde los niveles de flujo y ellos tomaran la decisión."
Una medida que los responsables de la Estación Espacial podrían tomar, añadió, es no realizar paseos espaciales durante esta lluvia.
En cuanto a las Telescopio Espacial Hubble, si sus operadores consideran el riesgo lo suficientemente alto, apuntarán el observatorio lejos del radiante de las Dracónidas (el punto en el cielo desde el cual parece tenían la lluvia).
"De igual forma cuando se inicia una estrategia defensiva, como un cambio en la orientación de la nave o el aparato que un sistema de alto voltaje, implica también incurrir en un riesgo", señaló Cooke.
Cada satélite es único, y sus componentes tienen distintos umbrales del daño, por lo que los programas están encaminados a desarrollar análisis para determinar si son necesarias estrategias defensivas en las Dracónidas de 2011.
Cooke comentó que en el pasado, particularmente en las Leónidas de 1998, se produjo más daño por los impactos alta velocidad.
"Realmente no comprendíamos lo que estsbs pasando", añadió. "Ahora tenemos una percepción mucho mejor. Las Leónidas sensibilizaron a los operadores de satélites sobre el peligro de las lluvias de meteoros. Quizá, algunas veces tengan que preocuparse más de lo que deberían."
A comienzos de 2011, Cooke nos adelanta que revisarán su predicción para las Dracónidas, empleando también datos de otros pronosticadores en todo el mundo. Estos datos se remitirán a los operadores de satélites.
"Estas predicciones también implican un montón de correcciones" añadió Cooke. "Somos como a los hombres del tiempo... nuestras predicciones cambian... y la tendencia general es siempre a la baja" añadió Cooke.
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Publicado en Odisea cósmica¡Suscríbete Ya!