Los dos primeros fines de semana del mes de septiembre, numerosas localidades segovianas celebran las fiestas patronales dedicadas a otras tantas advocaciones marianas: en la Tierra de Sepúlveda, San Pedro de Gaíllos le dedica danzas de palos y otras danzas procesionales a Nuestra Señora; en la Tierra de Pedraza, el barrio de Requijada -perteneciente a Santiuste de Pedraza-, celebra procesión en honor de la Virgen de las Vegas como patrona de Villa y Tierra de Pedraza, y Arcones, pueblo que tiene como patrona a la Virgen de la Lastra, convoca a los fieles a la procesión y la romería del día siguiente. Ya en la Campiña cerealista, Abades dedica sus fiestas y agasajos a la Virgen de los Remedios, y en la Tierra de Pinares, Carbonero el Mayor convierte a la Virgen del Bustar en el epicentro de las celebraciones religiosas.
Todas las localidades, y en las fechas más cercanas al 8 de septiembre, se vuelcan en los festejos en torno al nacimiento de La Virgen María, fecha que en el calendario litúrgico se identifica con la Natividad, aunque algunos de ellos, como en Carbonero el Mayor, se conserve la costumbre de convocar a los vecinos a la romería de primavera, fijada en el calendario festivo en función de la celebración de Pentecostés (50 días después de la Pascua): las romerías de Veladíez, en Espirdo, de la Virgen del Pinar, en Cantalejo, de la Virgen de Rodelga, en Mozoncillo, de la Virgen de Salcedón, en Lastras de Cuéllar, o la Virgen del Pinarejo, en Aldeanueva del Codonal, así lo confirman.
En algunos casos, las danzas de palos tienen lugar además de en las celebraciones religiosas, en iniciativas como los encuentros folklóricos, surgidos hace más de 25 años y especialmente consolidados gracias al apoyo institucional local, como el de San Pedro de Gaíllos 2015, en el que se celebrará la XXXI Edición.