y la detesto tanto que cada vez que en la tele veo algun comercial cambio rápidamente de canal, no vaya a ser que las ofertas o el espíritu de la misma traspasen la pantalla y me devoren lentamente. Desde hace algún tiempo lo mío con la navidad da como rabia...pero creo que, como todo en esta vida, viene de familia. De la otra mitad de mi familia, para ser más exacta...porque por la parte materna todos son luces, gritos y euforia y adornos hasta debajo de la cama...Y es que yo creo que en los genes paternos que albergo en mi interior hay alguna especie de sensor que ya el primero de Diciembre detecta que el solsticio de invierno se acerca ...( winter is coming) y con el, el día de navidad. Ese día tan extraño en el que comer y beber como cosacos y vaguear por casa en familia es lo más importante por sobre todas las cosas en este mundo.Cuando era pequeña, como a todos los niños, a mi la navidad me gustaba más que a un tonto un lápiz. Desde Julio las estaba deseando. En Septiembre ya escrbía una extensa carta en la que detallaba que era lo que quería y cuando llegaba Diciembre parecía que desayunaba y cenaba anfetas. El día de la navidad era lo mejorcito del año. Nos reuníamos los cinco, la casa estaba adornada de arriba a abajo, venía siempre nuestro quasi hermano primo “mamolo”, mi abuela estaba todo el día cocinando cosas ricas y en el cole todo era fiesta : venía papá noel a traernos regalos y darnos chuches, las clases se adornaban también y la maestra no me regañaba tanto ni me mandaba al rincón a pensar en lo que había hecho.
Cuando era pequeña era la única niña en casa, por eso creo que los cuatro restantes ponían su empeño en que las navidades fueran de lo mejor. La normalidad de los días se desestabilizaba. Todo eran algarabías y cosas buenas. Todo eran regalos, buen rollo pero cuando crecí me fuí dándo cuenta de que ,efectivamente, todas esas cosas eran un mero espejismo que la gente sobrevaloraba. El resto del año la peña seguía a su rollo y dándose de hostias. Los miserables eran más misrables aún y la gente de sonrisa colgate eran simples autómatas de frente baja. La alegría mensual que parecía eterna se esfumaba el día 7 de Enero o el día 22, cuando ya uno se daba cuenta de que la dieta del nuevo año solo iba a acabar en más kilos. In fact, mi querido Watson. Esas pajas mentales solo ocurren en navidad. Esos mensajes de amor y amistad solo llegan una vez, el 24 por la noche. El resto del año el personal va su rollo y si te vi ya no me acuerdo.
Árbol en la plaza Mayor de Ou
No odio las navidades porque en la otra mitad de mi familia los integrantes de la misma acostumbren a enfermarse o a morirse quince días, una semana antes de día 25...en realidad odio estas fechas porque la gente es aún más falsa todavía. Y no lo digo por llevar la contraria o por ir de guay, a mi estas cosas no me gusta saberlas...pero es así. A mi me gustaría sentir que son fechas super bonitas, que la gente que te manda esos mensajes horteras siente las cosas de verdad...que los que donan ropa y comida lo hacen de corazón...pero es mentira. Todo eso es mentira. Solo es falsedad bien disfrazada. En el fondo, como todo en esta vida, son las apariencias.Hace dos días estaba hablando con un señor noruego que, no sé a cuento de qué, me preguntó si yo creía en Dios. Como mi inglés es muy pobre y yo tenía más gente a la que atender le dije tajantemente que no, porque nunca lo había visto y entonces el señor se quedó ahí explicándome que Dios si que existe, solo que no lo vemos. Que el tema celestial es un poco como el del wifi o la cobertura del móvil, que están ahí...pero que como no lo vemos somos incapaces de encontrar la contraseña y acceder al internet o a la cobertura. De sentarnos a reflexionar en cómo es la vida y como son las personas, cómo es Dios, qué es Dios.... Que la rapidez con la que avanza todo nos impide ver con nitidez las cosas verdaderamente importantes.
- Claro, las reflexiones serían nuestro codigo pin, nuestra cobertura...nuestra contraseña del wi-fi. Solo tenemos que encontrarlo - le dije-
La mano de Dios, Nasa 2010
Es una pena, me hubiese gustado hablar más con el señor y decirle que yo en realidad tengo mi codigo pin. Y que yo he pensado y he buscado y encontré mi contraseña, a mi dios, hace mucho tiempo. Solo que mi dios no es ni evangelico, ni catolico, ni musulman, ni nada. Mi Dios-Pin no se mete en la sexualidad de la gente ni ve el color en las personas. No entiende ni de razas ni de vestimentas ni de mariquitas o no mariquitas...ni de navidades. El Pin-dios que yo tengo esta en el buen hacer y el buen hacer es todo el año en todas las épocas , no solo en navidad. Que muchas veces es cierto que me olvido, por eso no puedo acceder al interné...pero que yo se cual es mi pin. Que la conexión limitada o nula, como dice el windows, no es para mi.
El Pin-Code, qué grande el señor noruego. Si es que yo siempre he dicho que los escandinavos van más allá. Mucha gente no tiene pin , solo el acceso una red wi-fi WAP cerrada a cal y canto que alguien solo abre en Diciembre . Si tuviesemos el código de veras la ilusión y la esperanza y los cascabeles y los abetos y todas las cosas de navidad no me disgustarían tanto e incluso me uniría al resto a pesar de que parte de mis genes hagan que me sienta triste en navidad...porque como los sueños, las ausencias, ausencias son, y se sienten cantidad... pero la gente no se sienta a buscar a ver cual es su pin y pasa de largo por Diciembre, cantando villancicos, mandando mensajes horteras y deseando que el espíritu de la navidad me llene de paz y de amor, de armonía y de bendiciones que no tienen pin. Así no hay quien se crea nada y quien se siente a revisar las cosas...aunque si alguien entrañable, como papi noel, que revisó su pin hace algún tiempo y ahora vuelve a la carga con su propia marca.
Del resto, poca cosa. A mi me gustaría estar más cómoda en navidad y pasar todo diciembre cantando lo de fun-fun-fun, o mi burrito sabanero, que era la canción del top ten de mi infancia tropical...pero, al menos por ahora, va a ser que no. La navidad es un invento de satán y, como tal, se merece inaugurar una etiqueta propia que se llamará inventos de satanes. Pasadlo bien.
PD : Papi Noel no es un invento de Satán.