fórmula y conmemoración?Dice el argot popular y zarzuelero que "hoy los tiempos adelantan que es una barbaridad", pero yo creo que el "adelanto" ha derivado hacia la progresiva desnaturalización del acontecimiento, ya que ha conseguido que lo más importante sean las comidas de empresas, o de amigos; los menús de las reuniones familiares; los regalos en la Nochebuena, de la mano de Santa Claus, el Papa Noël de muchos, Diet Morosz en los países de etnia rusa o eslava; o los viajes de vacaciones, para conocer nuevos lugares y pueblos, o
para esquiar, o para descansar simplemente.Todo ello está muy bien (no se olvide que una esencia de la religión católica y cristiana es el día "santo", de descanso) pero echo en falta una significación espiritual y comunitaria que transforme la simple celebración mundana en un tiempo de estrechamiento de relaciones entre las gentes, de recomposición de afectos enfriados, de mejora en la atención de unos con otros, en definitiva, del auxilio (caridad) entre las gentes. Como esta "filosofada" puede resultar a más de un lector o discutible o incómoda, o inaceptable, o impropia, simplemente añadiré que ello es lo que me inspira hoy y ahora el especial significado de las fechas que se aproximan. Así pues, desde mis propias convicciones, y con el mayor respeto a las de los demás (hasta pidiendo perdón por si lo escrito no se considera por alguien pertinente), envío a quien esto lea, y a quien no pueda o no quiera leerlo, un abrazo fraterno de paz y amor, con el deseo de que la Navidad reporte felicidad de cuerpo y de espíritu a todos los hombres; que acaben las guerras y las contiendas; que se busque el bien común; que terminen los egoísmos y los atropellos; que el orbe quede envuelto en la luz maravillosa de la armonía. Puede parecer una utopía, pero al menos es un deseo que sugiero hagan por lograr a todos los lectores, crean más o menos en el "milagro" de la Navidad: Paz y Amor. Ayuda Fraterna. Alegría. Ello es cuanto, a vuela pluma (mejor dicho, a "vuelateclado" del ordenador), me permito decir en mi nombre y en el de mi amplia familia y (permítaseme también) en el de mis amigos, que espero no mengüen. Un gran abrazo a todos, que ¡DIOS SE HACE HOMBRE EN NAVIDAD!SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA