La necesidad de crear opciones

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Si hicieses ahora mismo un barrido mental, seguramente detectarías que tienes un montón de asuntos pendientes de resolver y que lo más probable estén bloqueados desde hace tiempo. Si están en tu mente es porque de alguna manera han captado tu atención por lo que tienes la responsabilidad de tomar decisiones al respecto para hacer que las cosas sucedan. Sin embargo, siguen estando hay, ocupando espacio en tu mente y sin avanzar.

Para que las cosas avancen necesitas crear opciones y esto resulta realmente sencillo dando respuesta a la siguiente pregunta: ¿Cuál es la siguiente acción que ha de llevarse a cabo? Contestar a esta pregunta te llevará en la mayoría de los casos sólo unos segundos y sin darte cuenta estarás generando pequeños pasos para que tus asuntos avancen.

El secreto de avanzar es comenzar. Y el secreto para comenzar es dividir las tareas abrumadoramente grandes en tareas pequeñas y manejables, y abordar la primera | Mark Twain

Generar opciones implica determinar cual es el siguiente paso que has de dar para ponerte en marcha en dirección a conseguir un resultado que deseas. Este hecho hace que tus asuntos bloqueados se desatasquen y comiencen a generar movimiento, es decir, manifiesten un grado de avance. Esto provoca directamente un aumento extraordinario de tu energía y de tu productividad, repercutiendo directamente en tu concentración y en tu claridad respecto a todo lo que te rodea. Si conviertes este hecho en un hábito y lo integras en tu vida habrás dado un paso de gigante hacia el desarrollo de tu valor a través de tu mejora productiva.

Imagínate que abres tu armario por la mañana y te pruebas varios pantalones y no te quedan bien. Al final encuentras uno y te lo pones, peo la imagen de lo sucedido sigue rondando en tu cabeza y realmente sabes que tienes que hacer algo al respecto. Realmente lo que deseas es poder ponerte aquellos pantalones que tanto te gusta por lo que tendrás que perder algo de peso, así es que ¿cuál es  la siguiente acción? Podrían ser varias: Llamar a mi compañero de trabajo para que me de el teléfono de su entrenador personal, revisar mis hábitos alimenticios, etc. La cuestión es que estas generando opciones y ello te llevará a conseguir el resultado que quieres obtener tras comprometerte con el primer paso a dar.

Uno de los mayores retos a los que te enfrentarás una vez establecido el hábito de generar opciones será el de lidiar con personas que no disponen de esta capacidad interiorizada. En palabras del propio David Allen, esto puede llegar ha convertirse en un verdadero suplicio. En mi experiencia personal este hábito se contagia con el tiempo y al final las relaciones comienzan a mejorar de forma prácticamente natural, aunque puede haber excepciones.

La diferencia entre nuestro mundo y el de hace tan sólo 10 ó 15 años es que ahora todo cambia más rápido. Si no estableces el hábito de generar opciones lo que estarás haciendo es generar un gran abismo potencialmente infinito entre tu realidad actual y la que te gustaría que fuese.

Habitúate a generar opciones y tu productividad se vera extraordinariamente incrementada, no es difícil. En la pregunta está la respuesta, así es que ¿cuál es la acción siguiente? Ponte en movimiento y genera cambios en tus asuntos y por extensión en tu vida.