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La novela del verano: Estudiantes, Adidas y Topper

Publicado el 07 enero 2012 por Marianofusco

La novela del verano: Estudiantes, Adidas y TopperLa dura lucha entre Adidas y Topper por quedarse con el contrato para vestir a Estudiantes es otro ejemplo de la particular manera en que se desarrollan los negocios en el fútbol argentino.

Aunque a lo largo de más de seis meses la información fue desmentida una y otra vez, el rumor que indicaba que el gigante multinacional Adidas tenía en sus planes convertirse en el nuevo sponsor técnico de Estudiantes, de La Plata, demostró ser cierto.  Pero, para ponerse a negociar, era necesario que el contrato con la marca argentino-brasileña Topper finalizase, lo cual sucedió el 31 de diciembre de 2011.

Si bien las cifras no fueron confirmadas oficialmente, diversos trascendidos de fuentes creíbles dieron cuenta de que Adidas hizo una oferta inicial de 500.000 dólares por temporada.  Pero, de acuerdo al último contrato entre Estudiantes y Topper, esta última tenía derecho a al menos igualar cualquier oferta de otra marca para renovar automáticamente su vínculo con el club.  Una cláusula muy habitual en el medio deportivo, por otra parte. Pero todo se resolvió de una manera como mínimo arbitraria.

Según lo informado por Marca de Gol, un ejecutivo de Topper hizo público su enojo vía Twitter.  Reveló allí que Topper llegó incluso a ofrecer 700.000 dólares por año, pero que Estudiantes desestimó la opción y arregló directamente con Adidas.  Aunque desde el club platense se dejó entrever que el contrato con las tres tiras es por un monto hasta cuatro veces mayor, en realidad todo indica que Adidas no pondrá un dólar más de los 500.000 ofertados al principio.

La novela del verano: Estudiantes, Adidas y Topper

Entonces, ¿por qué un club como Estudiantes sería capaz de resignar semejante suma y hasta ser acusado en los tribunales por incumplimiento de contrato?  Las respuestas no son concluyentes, pero se debería a dos motivos principales.  En primer lugar, los dirigentes creen que el club lograría una mayor exposición internacional llevando en su indumentaria las tres tiras de la marca alemana.  Un argumento por demás discutible, ya que es muy difícil que el marketing haga magia si los equipos no responden en la cancha.  Es cierto que hace apenas dos años Estudiantes fue campeón de la Copa Libertadores y hasta estuvo a pocos minutos de amargarle la vida al Barcelona en el Mundial de Clubes.  Pero ni el más fanático de los hinchas podría asegurar de antemano que sólo por por tener indumentaria con las tres tiras Estudiantes y Adidas podrían salir ya mismo a la conquista del mundo.

El segundo motivo que explica el arreglo entre Estudiantes y Adidas parece mucho más creíble: se debería a la fuerte influencia que tiene Juan Sebastián Verón entre jugadores y dirigentes del Pincha.  Es sabido que la Brujita tiene muy buena relación con la marca alemana.  Y también habrían pesado los deseos del tenista Juan Mónaco, hincha fanático de Estudiantes y deportista auspiciado por Adidas desde hace varios años.

No tenemos ni un sólo motivo para desconfiar de la honestidad de ninguna de las partes involucradas, pero es de todos modos injustificable e incomprensible que un club opte deliberadamente por resignar dinero con tal de satisfacer los caprichos de algunos.  Y ni siquiera podría decirse que el respeto a la tradición tuvo algo que ver en este asunto, ya que a lo largo de su historia Estudiantes ha sido auspiciado por Topper por mucho más tiempo que por Adidas.  Y hasta si optáramos por entrar en el delirio de creer en cábalas y otras brujerías -algo que por La Plata sí que es toda una tradición de larga nariz-, podríamos preguntar qué marca usaba el Pincha la última vez que se fue la B.  Sí, adivinaron…

La novela del verano: Estudiantes, Adidas y Topper

Ahora bien, más allá de discusiones y telenovelas, ¿qué buscan -o deberían buscar- los clubes cuando buscan un sponsor técnico?  Desde luego que todo depende del tamaño, importancia y desempeño deportivo de cada club, pero hay una regla general que se aplica a todos: lo primero que necesitan los clubes es indumentaria.  Y mucha.  Para los entrenamientos, los partidos, las giras, las pretemporadas, las filiales, las tiendas propias, para que los jugadores regalen e intercambien, para la barra brava (ejem…).  Muchos clubes ni siquiera suelen cobrar dinero de las marcas deportivas, sino que tan sólo se conforman con recibir la mayor cantidad posible de material en tiempo y forma.  Así y todo, los incumplimientos de ambas partes suelen estar a la orden del día, por eso es que la gran mayoría de los equipos terminan cambiando de marca cada dos o tres años.

El hecho de pasar por alto esta cuestión tan sencilla pero tan poco mencionada hace que muchas veces aparezcan los malosentendidos y que los hinchas-consumidores se lleven una idea equivocada.  Porque sucede algo curioso: la mayoría de los hinchas suele manifestarse en contra de las empresas en el fútbol, y hasta en contra de las empresas en general.  Al mismo tiempo, todos sueñan con que algún ejecutivo de Adidas o Nike baje del cielo con una súper camiseta con tecnología del siglo XXV y un cargamento de dinero para el club de sus amores.

La mala noticia es que eso no sucede casi nunca.  Por extraño que parezca, las dos marcas más grandes a nivel mundial no tienen en la Argentina ni estructura ni presupuesto para sostener a equipos que no sean Boca y River.  Si Adidas buscó a Estudiantes fue únicamente por la anomalía del descenso de River.  A los otros tres grandes y al resto de los equipos les conviene negociar con las otras marcas, que sin dudas les podrán ofrecer contratos más ventajosos y una atención más personalizada, incluyendo los diseños de las camisetas.  En lo que sí tienen razón los hinchas es en prestar atención a la calidad de los productos de cada marca y a la disponibilidad de mercadería en las tiendas.  Por muy prestigiosa que pueda ser una marca en el ámbito internacional, suele suceder que sus licenciatarias locales no están a la altura de las circunstancias.

Pese a todo lo expuesto hasta aquí, podríamos agregar que quizás -sólo quizás- estemos frente a un cambio de tendencia en el mercado.  Como cualquiera podría observar en la tele cualquier fin de semana, muchos equipos medianos y chicos en todo el mundo han cambiado de sponsor técnico en la última temporada, pasando de marcas locales y regionales a Adidas o Nike. Una vez consumado el cambio, lo que suele suceder es que a esos clubes les reservan camisetas muy básicas, simples adaptaciones de los catálogos de teamwear a los colores de cada uno.  Los hinchas tienen que conformarse con un modelo de casaca estandarizada, confeccionada con una tela de superior calidad, eso sí.  En su loca carrera por competir entre ellas, Adidas y Nike parecen ir por todo: Swansea, West Bromwich, Málaga, Real Sociedad, Monarcas de Morelia, Bahia, todos les viene bien.  ¿Les convendrá económicamente el cambio a estos clubes o serán casos como el que hemos visto aquí en la Argentina?  Difícil saber si son ejemplos aislados o si el conjunto constituye ya una tendencia.  En todo caso, es muy probable que las marcas medianas y chicas tengan cada vez menos margen para negociar.

Eugenio Palopoli / Editor de arteysport.com


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