De padre escocés y madre china, Troth Montgomery soñaba con volver algún día a Escocia. Pero la muerte de su padre la obliga a quedarse en Cantón y a hacerse pasar por hombre para trabajar como intérprete. Su sino cambiará cuando Kyle Renbourne, un vizconde aventurero, descubra la verdadera identidad de Troth y la persuada para que sea su guía en un peligroso viaje al corazón de China. Su compenetración inicial se transforma en una pasión ardiente; un fogoso idilio que termina cuando Kyle es capturado y condenado a muerte. Se casan apresuradamente la noche antes de la ejecución, y Troth huye a Inglaterra, a las tierras del hermano de Kyle. Aunque es aceptada como viuda, la memoria de su fugaz marido hace que no pueda encontrar la paz... Hasta que un día Kyle reaparecer
Opinión personal:
Pese a que es una autora comodín del Reto Rita 5, no ha sido una lectura para el reto. No sé si el tercero, que también tengo y está pendiente de leer lo aprovecharé, pero esta lectura es pura casualidad ya que encontré estas novelas de segunda mano en cisne de los rositas… y ya no tengo la vista para estas ediciones.
Mary Jo Putney es una de las grandes clásicas, no la he leído mucho porque me resulta una autora muy irregular. Tiene alguna novela que me ha parecido magnífica, pero, por lo general, no es de las que suela disfrutar. Siempre tengo la sensación de que, en sus novelas, las aventuras quedan por encima del romance y, si la leo, es justo por el romance. Puede parecer algo obvio, pero no siempre las novelas románticas reflejan bien el romance. Y, justo es lo que aquí me ha pasado.
La autora divide la novela en dos partes. Además, durante la primera, los flash-backs de suceden en bastantes ocasiones, recurso que me parece muy interesante como medio para poner la miel en la boca del lector y crearle curiosidad de cómo va a acontecer un suceso.Esta primera parte me ha resultado interesante y muy entretenida. Transcurre en China, cultura que me atrae, me interesa y con la que disfruto mucho.
A Kyle lo conocimos en la novela anterior, un noble heredero de un condado cuyo sueño siempre ha sido viajar y tras un determinado momento y antes de volver a su casa y cumplir con sus obligaciones, decide cumplirlo. Como personaje poco se puede decir sobre él. La autora no se explaya con muchos matices, aunque en una escena breve, al menos, sí que explica sus motivaciones. Pero, por lo demás, un personaje que cumple con la gran mayoría de cualidades de protagonistas masculinos de los años. Un guaperas encantador, con la mente abierta y no muy enamoradizo.
Toda la originalidad se la lleva ella, Troth, quien escondesu verdadera personalidad tras el velo de varios personajes. Aquí si que estamos ante un personaje más trabajado, lleno de conflictos, además de sorpresas. Una mujer en la que encontramos el choque de dos culturas, y resulta de lo más atrayente ver cómo va evolucionando como mujer para quedarse con lo mejor de esos dos mundos. Quizás a la autora se le ha ido un poco la mano porque Troth sabe de todo. Se ha esforzado en plasmar a través de ella mucha de la documentación que ha trabajado y, al final, le ha quedado una mujer «demasiado» y, sobre todo, algo confusa en temas importantes.
En esta parte la relación entre ambos se va fortaleciendo y cerrando, pasando de ser meros conocidos a forjar una buena relación de compañerismo y amistad.
Es una parte de la que he disfrutado bastante, sin sentir que el romance fuera necesario, las páginas en los que se refleja el viaje y los descubrimientos de ambos, en los que la autora nos va dejando caer esa buena documentación que refleja la novela.
La segunda transcurre en Inglaterra, poco queda para la sorpresa, porque el gran secreto queda desvelado en la sinopsis, Kyle pierde gran parte del pese de la primera parte y aquí es Troth la que hace la gran metamorfosis. Siendo, al mismo tiempo, el momento en el que el romance cobra mayor fuerza. Y aquí es donde la novela no me ha convencido.
Me ha faltado química y me ha faltado sentimiento. Resulta complicado expresar lo que te trasmite una novela, pero no he visto amor. La autora insiste en que la amistad se ha ido convirtiendo en amor, no obstante, a mí no me lo ha parecido.
Mary Jo Putney sigue aprovechando cualquier escena en seguir plasmando temas de la cultura china, en muchos momentos, de forma demasiado insistente y, personalmente, ha conseguido hartarme en más de una escena. Hay pasajes que me han aburrido y la relación entre ambos se ralentiza hasta llegar a la escena final.
Admito que cuenta con dos buenas escenas: tanto la inicial del libro, que rompe y sorprende, como la final, una gran escena de acción donde los sentimientos de ambos afloran y explotan con una secuencia vibrante y emocionante, y también han hecho que me preguntara si esta novela la he leído en algún momento.
«La novia de China» ha sido una lectura entretenida. En su momento seguro que rompió con algunos de los clichés de héroes y heroínas, sobre todo, durante la primera parte donde se muestra mucho más segura y más convincente. Una novela en la que las aventuras están garantizadas y con la que queda claro lo que la propia autora explica en su nota final: su gran deseo de escribir una novela ambientada en China. La historia de amor no es su fuerte y ha sido una pega para mí. Tiene escenas bonitas en las que los sentimientos quedan claramente definidos, pero me ha faltado conexión entre ellos y, ante todo, me han sobrado algunas palabras demasiado racionales o frías.
Tema aparte, esa sinopsis que explica, a grandes rasgos, la novela y, además, revela alguno de sus secretos.
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Pepa