El mundo de la moda siempre se ha caracterizado por ser aspiracional: desde las piezas exclusivas de diseñador hasta las modelos talla cero.
Esta aspiración, realmente no tiene ninguna relación con las necesidades del consumidor, se trata de la pretensión de un estatus o una imagen idealizada de sí mismos. Querer tener lo que no se puede por diferentes barreras: económicas, sociales, geográficas y de más.
Para su suerte, hoy en día, el boom de los bloggers se convirtió en la nueva fuente aspiracional en el mundo de la moda; se dejó de lado a los diseñadores y las marcas para perseguir un estilo de vida como el que presumen los fashion bloggers.
Las personas, ahora, están dispuestas a hacer algunos o muchos sacrificios para conseguir tener la vida que llevan los bloggers y sobre todo, hacerlo con estilo. Tener piezas de diseñador, ganar dinero por portar prendas de lujo, viajar a lugares increíbles, acceso a eventos exclusivos y simplemente pasarla bien son algunas de las cosas que hacen los bloggers a diario y lo hacen parecer tan fácil que todos queremos ser como ellos.
Los bloggers nos transmiten a través de sus redes sociales cómo es su día a día; no sólo con lo relacionado a la moda, sino que también nos enseñan cómo viven y conviven con los suyos. Así es una forma más fácil de comunicar su personalidad y por ende, sus seguidores tienen más fuentes de inspiración para intentar ser como ellos, vivir como ellos y tener lo que ellos tienen.
Pero no todo es dulce y miel para los bloggers; también es un arduo trabajo que requiere tiempo y dedicación. El contenido que presenten deben proporcionar los resultados que ellos, las marcas y sus seguidores esperan. Es difícil llevar un blog y darle la continuidad necesaria; es casi como un hijo al que se le debe dedicar mucho tiempo y mucha pasión para obtener los resultados deseados con los seguidores.
El mundo de la moda está pasando por una época de revolución en el que lo aspiracional ahora se ha convertido en inspiracional. Los bloggers no son figuras inalcanzables, de hecho, son bastante accesibles; por eso, a pesar de que sus seguidores quieren ser como ellos, buscan más una inspiración en ellos para adoptarla en un estilo propio.
Las barreras ante lo aspiracional son menores con los bloggers que con las marcas de lujo. Marcas como Dior, Chanel, Hermès, Cartier, Louis Vuitton, Versace, Prada y Ferragamo son el sueño de todos los fashionistas; y los bloggers, un reflejo de una posible realidad.
Por: Michelle Pinete Quintero
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