Las últimas recomendaciones de la Asociación Americana de la Diabetes ayudan a entender mucho mejor esta importante enfermedad que en muchos casos puede ser fuertemente reducida en sus consecuencias si llevamos adelante una alimentación sana y cuidada.
La base para el tratamiento de la diabetes
Al tratarse de una enfermedad de tipo crónico, la diabetes tipo II tiene una base compuesta por tres pilares muy importantes para cualquier tratamiento exitoso: la nutrición, la actividad física y el tratamiento médico.
El tratamiento nutricional debe estar enfocado en lograr los niveles adecuados de lípidos, glucemia y presión sanguínea. Diferentes estudios científicos alrededor del mundo han ayudado a demostrar la importancia de la dieta para prevenir y mantener controlada la diabetes tipo II.
Las pérdidas de peso pequeñas ayudan a mejorar el metabolismo de la glucosa y de esta forma se pueden reducir las fallas orgánicas típicas de la diabetes tipo II que suelen atacar los ojos, riñones, nervios y corazón.
Las calorías en una dieta controlada
Para una dieta controlada en el tratamiento de la diabetes tipo II se recomienda reducir las calorías a un promedio de 250 o 500 calorías menos que la ingesta diaria calculada de acuerdo a la alimentación habitual del paciente.
Una alimentación sana y una dieta correcta para el tratamiento de la diabetes tipo II debe ser reducida en grasa total y grasa saturada. También hay que acompañar la dieta con actividad física para ayudar al organismo.
Las dietas hipercalóricas ayudan también a estabilizar la glucemia y generan una mayor sensibilidad a la insulina, aún sin presentar pérdidas de peso. Una pérdida de entre 5 y 9 kilos marca una reducción en las dislipemias y la hipertensión, pero antes de cualquier proceso nutricional hay que asistir al médico para recibir las indicaciones apropiadas de acuerdo a cada caso.