La gripe invernal afecta especialmente a quienes forman
parte de los grupos de riesgo. Y entre estos se encuentran las personas que
sufren obesidad.
No es noticias que la gripe es una enfermedad infecciosa,
fácilmente transmisible y que en algunos casos puede evolucionar en
forma grave.
Es muy frecuente y está causada por los virus de influenza que se diseminan
fácilmente entre las personas. De hecho, se estima que -cada año- alrededor del
15% de la población mundial se ve afectada por esta enfermedad.
GRUPO DE RIESGO. Las personas con obesidad
mórbida forman parte del grupo de riesgo que pueden sufrir
complicaciones con la influenza, por lo que deben vacunarse todos los
años contra la gripe incluso cuando hayan recibido la vacuna antigripal
en el invierno anterior, debido a que la inmunidad declina luego de 6 a 9 meses.
Y la gripe es especialmente perjudicial para quienes forman
parte de los grupos de riesgo, ya que puede incrementar el riesgo de padecer
complicaciones serias como neumonía (identificada hasta en un 38% de los
pacientes con influenza).
En un estudio llevado a cabo en Argentina, más del 30% de los
fallecidos que eran mayores de 5 años habían presentado
obesidad como una de las co-morbilidades asociadas.
PROBLEMA DE SALUD PUBLICA. Actualmente, la obesidad es un
problema de salud pública de primer orden y es definida como epidemia global
debido a su creciente prevalencia en niños, adolescentes y adultos.
Es considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una enfermedad crónica no transmisible y es una de
las mayores amenazas para la salud. Se considera que hay obesidad cuando el
Índice de Masa Corporal (IMC) es mayor a 30 kg/m2 y sobrepeso cuando el IMC es
igual o mayor a 25 kg/m2.
En la mayoría de los países occidentales más del 50 % de la población
presenta exceso de peso. En los últimos 20 años se ha incrementado notablemente
la prevalencia de sobrepeso y obesidad en la mayoría de las poblaciones, lo que
pone a estas personas en riesgo de padecer algunas de las co-morbilidades
asociadas al exceso de peso/grasa como enfermedad cardiovascular, hipertensión
arterial, diabetes mellitus tipo 2, cáncer, problemas osteoarticulares y
trastornos respiratorios.
OPCION PARA LA VACUNACIÓN DE
OBESOS. Por sus particularidades físicas, una buena opción de vacunación para las personas obesas es el sistema
de microinyección intradérmico (ID) que fue desarrollado
teniendo en cuenta el potencial de la dermis para generar una respuesta inmune
importante tratando de superar las dificultades de los métodos tradicionales de
vacunación.
Por otro lado, la piel es fácilmente accesible y la capa
dérmica es superficial, lo que hace posible la utilización de agujas más
pequeñas: la inyección ID es menos invasiva y más superficial que la
intramuscular (IM) y en su aplicación no se lesionan venas ni
nervios.
Este sistema de aplicación intradérmico permite administrar con precisión el
volumen exacto en la dermis: la superficie de la jeringa que entra en contacto
con la piel limita la profundidad de inserción a 1,5mm.
Esta vacuna antigripal posee una microaguja de 1,5mm, 10 veces más corta y 5
más fina que la aguja tradicional, y está indicada para adultos de 18 a
59 años.
Está comprobado que la microinyección asegura el suministro de la dosis
exacta de antígeno de forma precisa en la dermis y en todo tipo de pacientes
adultos al margen de las características de su cuerpo (edad, género, origen
étnico o índice de masa corporal como ocurre en los pacientes obesos o con
sobrepeso).
VACUNACIÓN SIN DOLOR. Desde el punto de vista del paciente,
la administración de esta vacuna es significativamente menos
dolorosa que la tradicional: el 99% indicó que la inyección no es
dolorosa, que el proceso fue rápido y se sintió tranquilo al ver una aguja corta
y fina. Además, su sistema de protección brinda mayor seguridad
ya que recubre la aguja una vez utilizada para inhabilitarla y evitar accidentes
o reutilización ilícita.
Por su parte, los vacunadores resaltaron su practicidad para la
aplicación y el beneficio que significa para el paciente; y la
totalidad de los médicos que la prescribieron declararon haberse sentido
satisfechos por la aceptación por parte de los pacientes, el aumento de las
tasas de cobertura y por el innovador diseño del dispositivo. (Fuente: Dr. Pablo
Bonvehí, Presidente Sociedad Argentina de Infectología.)