Cada vez más los países desarrollados contamos con un mayor número de niños obesos. Un estudio publicado en la revista norteamericana “Pedriatics” revelaba que estos niños suelen alcanzar la pubertad antes de tiempo. Por lo que la obesidad infantil puede ser un factor predictivo de la pubertad precoz.
El estudio realizado por investigadores de la Universidad de Michigan alumbraba que una niña que a los tres años tenga un índice de masa corporal superior a lo recomendado, tiene más posibilidades de sufrir un adelanto de la pubertad, definida como desarrollo mamario.
Para su investigación contaron con 354 niñas de diferentes niveles socioeconómicos en diez regiones de Estados Unidos. Registraron su índice de masa corporal de niñas entre 3 y 12 años, varios indicadores de pubertad, incluyendo el desarrollo mamario y el comienzo de los periodos menstruales.
A los 9 años de edad, casi la mitad de las niñas del estudio habían alcanzado la pubertad y cerca de dos docenas tuvieron su primera menstruación durante el cuarto curso de primaria, entre los 9 y los 10 años.
La pubertad femenina, la edad en la que una niña empieza su desarrollo sexual, ocurre entre los 11 y los 14 años de edad. Pero si alcanza determinado peso, unos 45 kilos, es como si el cuerpo recibiera la orden de que debe empezar a madurar cuanto antes. Todo el proceso que conduce a la pubertad se dispara.
La maduración sexual acelerada afecta a la autoestima y al crecimiento de las niñas. También las predispone a sufrir enfermedades en la edad adulta, como el cáncer de mama y el de endometrio. A la pubertad precoz se le asocia la diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. Además prepara a las niñas biológicamente para ser madre a una edad en la que sería una situación terriblemente traumática.
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Foto: Andrefaria