La obesidad infantil: ¿qué es? ¿cómo prevenirla? ¿cómo combatirla?

En Argentina tres de cada diez chicos tienen sobrepeso. Casi el 17 por ciento de los chicos y adolescentes de la provincia de Buenos Aires son obesos, aseguró el ministerio de Salud provincial. La importancia de moverse y desayunar bien. Según un sondeo del ministerio -que contiene mediciones del Índice de Masa Corporal en escuelas sobre 138.803 alumnos de entre 3 y 20 años-, el 29,9 por ciento de los chicos sufre exceso de peso mientras que el 16,8 trepa a niveles de obesidad. Estas cifras se han mantenido estables durante la última década.

“Para prevenir el exceso de peso la clave está en la variedad de la alimentación y en la actividad física regular, ambos hábitos deben estar presentes en los chicos y también en los adultos”, explicó el ministro de Salud provincial, Alejandro Collia, quien se refirió al sobrepeso como “un problema de salud pública a nivel mundial”.

Para los especialistas es fundamental que desde la primera infancia, los adultos motiven a los chicos para hacer deportes o actividades físicas frecuentes, en lo posible diarias y que les resulten entretenidas, como andar en bicicleta o en patines y participar de juegos que requieran fuerza y movimiento.

“La actividad física regular previene enfermedades cardiovasculares, neuromusculares y metabólicas como la diabetes pero, además, garantiza procesos saludables de crecimiento, maduración y desarrollo: esto significa que el ejercicio va a tener un rol clave en la secreción de hormonas y en la respuesta de sus receptores”, explicó el director provincial de Atención Primaria, Luis Crovetto.

Los especialistas explicaron que un chico que está más de dos horas sentado ya se considera sedentario y, por lo tanto, presenta un factor de riesgo mayor de sobrepeso, colesterol, hipertensión y diabetes tipo 2.

“Las nuevas tecnologías como Internet y los juegos de consolas sumados a la televisión derivan en que la mayoría de los chicos sean sedentarios y esta condición los expone a riesgos de enfermedades que antes eran propios de los adultos, como por ejemplo la diabetes tipo 2, que es la que aparece asociada al exceso de peso y la falta de actividad física”, explicó la nutricionista María Laura Sansalone, coordinadora de la Campaña Armando Salud.

Desayunar como un rey

El 16,8 de los niños de la provincia de Buenos Aires son obesos. El dicho popular que recomienda “desayunar como un rey, almorzar como un príncipe, merendar como un caballero y cenar como un mendigo” tiene plena vigencia a la hora de diseñar un plan de alimentación saludable, tanto para chicos como para adultos.

“Muchos chicos y adolescentes saltean el desayuno y esto es un problema porque se trata de la comida más importante del día, que aportará energía para aumentar la concentración, la memoria, la capacidad física y mental ya sea para jugar, hacer deportes o aprender”, explicó Sansalone.

El desayuno no se encuentra instalado a modo de hábito en buena parte de las familias argentinas. Por eso, los nutricionistas indicaron que es prioritario fomentarlo: “No hace falta una gran preparación, basta con que tenga, por ejemplo, leche, algo de pan, manteca y queso”. Claro que será más nutritivo si se le suma una fruta de estación o un jugo natural y una porción pequeña de algo dulce.

A la mañana las personas deben reponer la energía tras varias horas de sueño sin ningún tipo de ingesta. Respetar el desayuno, indican los expertos, ayuda a evitar el “picoteo” permanente en horarios inadecuados, una costumbre que suele derivar en malas selecciones, porque se come lo primero que se tiene a mano, y en el consiguiente riesgo de sobrepeso.

Consejos saludables para evitar el sobrepeso en los chicos

• Empezar el día con un buen desayuno. Incorporar al menos 3 veces al día lácteos: leche, yogurt, queso te aportan proteínas, vitaminas y calcio, y su consumo regular reduce el riesgo de osteoporosis.
• Comer frutas y verduras diariamente. Sumar a las comidas 2 raciones de verduras y 3 frutas de distintos colores. Las vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra alimentaria ayudan a proteger contra enfermedades del corazón y de diversos tipos de cáncer. Contienen fibras que ayudan a la digestión y a bajar el colesterol en sangre. Favorece la prevención de la obesidad.
• Elegir alimentos con menor contenido de grasas, azúcar y sal. Leer atentamente las etiquetas con la información nutricional de los alimentos y elegir los productos “reducidos” en sal (sodio), grasas saturadas, colesterol y azúcar. Los alimentos procesados en su mayoría contienen sal, azúcar o grasas, y podemos consumir el doble de sal recomendada, esto puede provocar el aumento de la presión arterial, factor de riesgo de infartos al corazón o cerebro.
• Tomar más agua: al menos entre 6 y 8 vasos diarios ayuda a reponer los líquidos que el organismo elimina. También favorece la eliminación de toxinas, ayuda a la regulación de la temperatura del cuerpo, mantiene la boca fresca y cuida la piel.
• Sumar al menos 30 minutos de actividad física. Caminar habitualmente ayuda a prevenir enfermedades cardíacas, diabetes y obesidad. Al aumentar el ritmo e intensidad del ejercicio físico se fortalece los músculos y al trabajar la fuerza se mejora la postura, se evitan lesiones y se previene la osteoporosis.
• Estirar los músculos todos los días. De esta manera disminuyen las molestias de columna, la tensión muscular, se gana flexibilidad y calidad de vida.

Malos habitos alimenticios

on muchos los malos hábitos a la hora de comer porque se sigue al pie de letra ciertas “recomendaciones”.
Uno de ellos es que hay que beber dos litros de agua cada día. Esto es 100% verdad. Pero se recomienda que hay que hacerlo durante todo el día y no beber demasiado antes de acostarse. Si se hace lo último, uno se levantará con los ojos y las piernas hinchadas por la retención de líquidos. Otra es que dice que hay que comer muchísima fruta porque no engorda. Esto depende de la fruta dado que todas contienen azúcar en mayor o menor grado. Si normalmente se come 3 piezas de fruta al día, hay que intentar que 2 de ellas sean de las más hipocalóricas (melón, naranja, sandía o papaya).
Otra frase es si un alimento es light, lo puedo comer indiscriminadamente. La verdad es que este es otro mal hábito alimenticio. Hay que tener en cuenta que un alimento light tiene un 30% menos calorías que uno normal, ¡pero eso no quiere decir que no engorde!

Esto también pasa apar los refrescos light que tienen menos de una caloría, pero están carbonatados. Y es que el gas te puede hinchar, abultando tu vientre y dificultando las digestiones. Hay que consumirlas con moderación en todo caso.

¿Porqué cada vez hay más niños con sobrepeso?

No existe una sólo causa que sea la responsable de la obesidad en los niños, existen muchos factores que contribuyen incluyendo que:

• Muchas familias comen fuera de casa entre 3-4 veces por semana, y muchas veces es comida rápida (pizzas, tacos, hamburguesas…).
• Muchas escuelas ofrecen alimentos que no son saludables engañados por la mercadotecnia y que las comidas de algunos comedores no son nada balanceadas.
• Algunos alimentos del desayuno como los cereales, están llenos de azúcar, maíz de alta fructosa, calorías vacías, grasas saturadas, sal y químicos.
• Muchos niños toman jugos creyendo que al ser de frutas son muy saludables; siendo casi igual de malos que un refresco lleno de azúcar.
• Los niños ahora pasan más horas frente a la televisión, videojuegos o computadora, en lugar de realizar actividades físicas que impliquen un gasto de energía.
• Los alimentos procesados como las snacks que consumen están llenos de azúcares, químicos y grasas trans que contribuyen a la obesidad de nuestros niños.

De acuerdo a la “American Academy of Child and Adolescent Psychiatry” entre el 16 y 33% de los niños y adolescentes tienen un grado de obesidad. Este número ha ido en aumento de forma substancial de generación en generación. Antes en las escuelas teníamos un compañero y ahora ya son más de uno… Desgraciadamente la obesidad en niños es un fuete indicador de obesidad en adultos y del desarrollo de problemas a la salud como: diabetes tipo 2, problemas del corazón, hipertensión, dificultad para respirar, aumento de riesgo de cáncer y problemas para dormir.

¡Como padres y adultos tenemos la salud de los niños en nuestras manos!

 ¡Haz de su futuro un futuro sano y feliz!

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