Revista Coaching

La oportunidad del siglo

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

La oportunidad del siglo

Hay mucho que desconocemos del futuro. No sabemos cuándo un mega-éxito comercial tendrá lugar, quién ganará la medalla de oro en las próximas olimpíadas, o qué rumbo tomará la política mundial..

Pero existen bastantes cosas que sí sabemos, porque la mayoría de las herramientas tecnológicas del siglo XXI ya se inventaron. Usamos muchas de estas herramientas en nuestras vidas cotidianas: cuando llamamos por teléfono a mamá desde nuestro automóvil, enviamos correo electrónico a nuestros colegas desde el avión, utilizamos las compu capacitarnos, o cuando guardamos enormes cantidades de información en unos delgados discos plateados de apenas doce centímetros de diámetro. De hecho, mucho del futuro puede verse con claridad hoy.

Actualmente, muchas compañías usan estas nuevas herramientas de manera poco imaginativa, haciendo únicamente lo que hacían antes más rápido y con menos personas. Esto puede mostrar un efecto temporal - y aparentemente
impresionante - en el balance anual, pero es sólo otra forma de resolver crisis. Un esfuerzo a corto plazo para aumentar las ganancias en el presente, ignorando las oportunidades futuras. Lo que se necesita, es una
dirección pro-activa, una visión e iniciativa para tomar acciones anticipadas ante eventos futuros. Esto es lo que los "Gerentes de Oportunidades" hacen, distanciándose así de la competencia y de aquellos recluidos en el marco de pensamiento de los "Gerentes de Crisis".

Los "Gerentes de Oportunidades" ven las posibilidades inherentes a las nuevas herramientas. Ellos plantean que si van a pagar altos precios por alta tecnología, necesitan también "altas" aplicaciones para obtener una ventaja real. No compran las últimas "novedades" en un esfuerzo por mantener su nivel o sólo porque "hay que tenerlas"; en cambio, realizan una inversión considerable en el potencial creativo de la tecnología.

Cada uno de nosotros tiene la habilidad de hacer lo mismo. En esencia, todos somos artesanos del siglo XX con herramientas del siglo XXI. Pero debemos romper con las viejas maneras de pensar los negocios y cómo hacerlos.
Suponga por un momento que usted vive en el siglo XXVIII, en una cabaña de madera y de repente encuentra herramientas del siglo XX. Nada que usted no tenga hoy en su casa (taladros, sierras eléctricas, clavadoras neumáticas, etc...) ¿Cómo reaccionaría? ¿Con excitación? Quizás no...

¿No asustaría a sus vecinos? ¿No se reirían de usted, diciendo que las herramientas que ya tenían - sus fieles serrucho y hacha - eran suficientes? ¿Algunos no sostendrían que tal maquinaria les harían perezosos, faltos de
imaginación y menos humanos? Aun cuando usted fuese bastante aventurero comopara superar estas objeciones y, de algún modo, aprendiese a usar estas nuevas herramientas, probablemente no se apresuraría en construir una casa
moderna, como aquellas en las que vivimos hoy. Muy probablemente, usted y sus amigos (los que como usted están ávidos por probar nuevas herramientas o aquellos preocupados por quedarse fuera) construirían... otra cabaña de
madera! No tendría un diseño moderno, ni electricidad, ni sistemas de desagüe, etc... Pero usted la construiría más rápido y con menos personas.

A menos que pudiera ver el verdadero potencial de lo que se podría crear con estas herramientas, usted seguiría haciendo lo que siempre hacía; sólo que más eficazmente. Ahora, como entonces, la oportunidad real reside en usar
las herramientas para construir nuevos productos, servicios y mercados - que crearán nuevos sistemas para ayudarnos a florecer, en lugar de sobrevivir. Este es el potencial para nuestro futuro, que todos nosotros necesitamos ver hoy.

Pensemos en los logros de Henry Ford, un hombre que ciertamente manejaba las herramientas del siglo XX mientras vivía en el XIX. ¿Pensó acaso en reducir su empresa, en un downsizing? ¿Continuó haciendo su trabajo de maquinista, sólo que más rápidamente? No; ayudó a crear una nueva industria. Creó muchas fuentes de trabajo y nuevos estándares para los sueldos, a medida que utilizaba las nuevas herramientas para llevar a cabo su visión innovadora: la línea de montaje. Ford era un "Maestro de la Oportunidad".

Es interesante notar que los más grandes logros de Ford no se encuentran solamente en su genio para diseñar la máquina, sino más bien en su habilidad de "ver más allá". Miró más allá de cómo la tecnología era usada en ese
entonces y vio cómo podía ser aplicada de manera innovadora, para crear un futuro mucho mejor. Demostró que no tenemos que crear la tecnología sólo para sacar provecho de ella; sino que tenemos que usarla de manera creativa.

Fuente: Tomado de internet


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