La orfandad de Málaga

“La orfandad de Málaga”

Artículo de Pedro Javier Cáceres, publicado en el Imparcial

“La Diputación de Málaga, propietaria de "La Malagueta" se las prometían muy felices a finales de 2011: ¡por fin!, decían, una plaza de primera con empresarios de primera: los Hermanos Chopera.

Lo de la plaza de primera tiene una intrahistoria confusa y fue el primer indicio de un exceso de ambición poco justificado, pero bueno.

Lo de empresarios de 1ª era un reto.

Pasado el primer ejercicio, las fuertes pérdidas en virtud de un pliego de condiciones ¿de plaza de 1ª? totalmente descabellado, pero inspirado en esos aires de grandeza, con pocos argumentos consistentes, provocaron la deserción de los empresarios de 1ª quedando huérfanos de gestión.

El nuevo debate no implicaba el haber aprendido la lección, salvo en la reducción de espectáculos y una rebaja del canon, y se dejó pasar mucho tiempo, antes de tomar una decisión para buscar nueva empresa.

No importaba tanto crear un nuevo pliego que atrajera a los empresarios solventes, como -ante el ridículo del fracaso que supuso la espantá de "Los Chopera"- desagraviar tal humillación para una plaza de 1ª y enfocarlo todo hacia quien pudiera contratar a José Tomás con lo que Málaga sería reina por 1,2 o 3 días, y la plaza más importante del mundo. ¡Ea!

A todo ello, según -siempre- el entorno del torero, éste se habría dejado querer y dejar correr la especie que Málaga era su plaza favorita y que podría actuar en Semana Santa e incluso 2 tardes (una en el día de su cumpleaños) en la feria de agosto.

Un planteamiento que se pensaba podría romper pesimismos y saldar una feria que volviera a poner a Málaga en la órbita de importancia que siempre tuvo, que tampoco -ni en sus mejores tiempos- es la que los notables de la política, prensa y afición malagueñas creyeron... incluso creen.

Así las cosas, muy próximo al Domingo de Resurrección "parió la burra". Una vez conocido el lamentable accidente campero del torero se apostó por ceder la gestión de la plaza para esas fechas impostadas que inventaron como "picassianas" a quien estaba destinado, por el torero, a llevar a Málaga a la Tierra Prometida.

Más tarde, viendo lo que podría venir -con JT y sin JT- Cutiño pidió un flotador para poder seguir nadando en tan procelosas aguas y llegó la UTE con Simón Casas, el único empresario de "los grandes" que goza del placet del de Galapagar.

Pero no ha podido ser. Casas lo quería en Valencia (Nimes, por supuesto), y fue el primer jarro de agua fría el saberse que JT se había resentido de su lesión en el primer metatarsiano del pie derecho y no iba a llegar para la feria de julio.

Lenguas viperinas dicen que se le propuso un mano-mano con Ponce y que JT no aceptó, de ahí la ausencia. Otras van más lejos y aducen que en tal ofrecimiento el torero de Chiva aceptaba reto, los toros que él quisiera (JT), pero que fuera televisada, y que ese fue el motivo de la negativa.

Todo es posible, pero su ausencia de Valencia por tales motivos carece de fundamento. Basta que JT hubiera dicho voy para que toda la feria de Julio estuviera a su disposición, por encima de todo y de todos.

Abortado el desembarco previsto en Valencia, la Málaga taurina seguía jugando a estupenda y poco menos que elucubrando ser la única plaza, junto con Nimes en la que JT torease este año. Un pelotazo, un salto de calidad y cualidad, apostillaban.

Pero tampoco ha podido ser. El parte conocido esta semana sobre el pie del diestro fija en tres meses su recuperación, por lo cual este año de 2013 será en blanco.

Málaga se vuelve a quedar huérfana. Con empresario a la carta... de JT, pero sin JT.

Y Málaga no es Olivenza, ni Badajoz, por mucho que Cutiño sea empresario elegido a conciencia y convicción. Ni hay subvenciones, la feria es larga, pese al recorte, y los toreros con el toro de 1ª (otra vez la dichosa categoría del coso malagueño) hacen menos concesiones que con el torillo, más si es a principio de temporada y sirve de pachanguita, por muy vestida de limpio que la pongan en escena.

A pesar de la crisis, la económica, pero sobre todo la taurina, hay quien todavía tiene tentaciones de vivir por encima de sus posibilidades, y ya se sabe, cuando cambia el tiempo, lo que para muchos es catarro o gripe, para los asmáticos de grandeza es neumonía... y cualquier buen oficio que a partir de ahora empeñe el trabajo del otro socio Simón Casas (del grupo de los denostados grandes), que habrá de coger las riendas que hasta ahora llevaba Cuti en solitario, y por muy equilibrada, digna e incluso brillante que la feria de agosto que se anuncie, siempre habrá un halo de frustración....

La orfandad de Málaga y el llanto de las viudas del quiero y no puedo.”