Revista Diario
¿Alguna vez te has perdido en algún lugar desconocido? ¿Recuerdas cómo te sentías?
Imagínate vivir así día tras día, en la que ha sido siempre tu ciudad.
La capacidad de orientación es clave para que podamos funcionar adecuadamente. Y no me refiero sólo a la orientación espacial, si no también a la temporal y personal.
La orientación temporal nos permite saber qué día de la semana es, el mes, el día del mes, la estación y el año. Es la capacidad que nos permite estar ubicados en el tiempo. Gracias a la orientación espacial podemos saber dónde estamos, en qué ciudad, región y país vivimos. Finalmente, la orientación personal hace referencia a la capacidad para saber quién somos, qué nos caracteriza y cómo nos definimos.
Las personas que desarrollan algún proceso neurodegenerativo (por ejemplo, una demencia) experimentan como primer síntoma (o uno de los primeros) la desorientación. Generalmente, la primera en verse afectada es la orientación temporal, luego la espacial y finalmente la personal.
La capacidad de orientación es fundamental para que el resto de funciones cognitivas funcionen correctamente. Es la que nos da sentido y aporta seguridad. Sabemos quienes somos, en qué época vivimos y dónde estamos. Sobre ello se asientan las bases de nuestra vida, para poder desempeñarnos en nuestro día a día.
Si detectamos que la capacidad de orientación de alguien cercano a nosotros se está deteriorando, podemos poner en marcha algunos sencillos consejos:
1. Orientación temporal.Dado que es la primera capacidad de orientación que se ve afectada en los procesos neurodegenerativos, conviene poner en marcha cuanto antes algunas sencillos sencillos apoyos que facilitarán la orientación de la persona en el tiempo.
Los apoyos fundamentales son la colocación de un reloj grande bien visible, así como de un calendario. En este último se pueden indicar las fechas más señaladas o eventos importantes.
2. Orientación espacial.El principal apoyo para facilitar la orientación espacial será el poder comentar con la persona el lugar, ciudad y país donde está. Otro apoyo importante sería proporcionarle un periódico local, con las noticias más importantes del entorno. Esto permitirá que la persona se siente ubicada y orientada en el espacio.
3. Orientación personal.Finalmente, la orientación personal es la que nos aporta sentido de identidad. Es la que nos permitirá saber quiénes hemos sido y quiénes somos. Como apoyo para mantener esta capacidad, resulta útil colocar fotografías de los momentos más importantes de la vida de la persona a lo largo de los espacios de la casa, así como objetos personales que formen parte de su identidad. Charlar con la persona sobre eventos importantes de su vida y las personas que forman parte de ella también es relevante.
La capacidad de orientación es fundamental para nuestras vidas, y para que ella permanezca estable son necesarias otras funciones cognitivas, como la atención o la memoria.
Sencillos apoyos y ayudas pueden facilitar que podamos seguir funcionando de forma autónoma durante más tiempo.