Por Juan Cuccarese
Sin lugar a dudas, si a algún hincha de Boca le preguntaban cual era el mejor regalo para el cumpleaños de la institución Xeneize; hubiera respondido lo mismo: el triunfo ante el puntero Estudiantes.
Si bien Boca venía de una semana tranquila, tras un triunfo importante ante Colón; la gente daba como favorito al conjunto de La Plata, ya que estaba peleando ambos frentes (Copa y Torneo) con un muy buen rendimiento. Y este asunto de los dos frentes era lo que Boca quería aprovechar.
El partido se presentaba parejo, y era Boca quien iba a sorprender primero: Apenas transcurridos dos minutos, Somoza probó desde afuera pero la pelota se marchó al costado del palo.
Tan solo un rato después, a los 6 minutos, un centro inofensivo de Estudiantes se transformó en un mano a mano de Rodrigo López contra el Laucha, debido a un grosero error de la defensa Xeneize. El uruguayo no perdonó, y pegándole por encima del arquero, puso el 1 a 0 para el Pincha. Sin merecerlo, y por un error, Estudiantes ganaba el partido.
A los 9, Boca quiso descontar con un tiro libre de Román que se marchó apenas arriba del travesaño. El Xeneize no se rendía, y Román quería repetir el gol de la semana anterior. Y lo replicaría, seis minutos más tarde.
A los 15 minutos, un tiro libre desde 25 metros le dio la chance al 10 de demostrar, y, como siempre, Román no defraudo. Derechazo al ángulo izquierdo del arquero, y Boca empataba un partido que pintaba complicado, y el aliento de la gente le daba un empujón anímico.
Un minuto más tarde, un tiro libre del Pincha quedaría boyando en el área Xeneize, y Federico Fernández se perdería la chance sacando un remate muy débil. Así moría el primer tiempo, con una paridad que le daba esperanzas al conjunto local.
Seis minutos después de comenzar el primer tiempo, Estudiantes tendría un tiro libre que se desviaría cerca del arco Xeneize; pero el Laucha se “encontró” con la pelota y evitó la ventaja para el visitante.
A los 15, era Palermo quien desperdiciaría una enorme oportunidad: Bien ubicado, recibe un pase justo de Erviti pero su disparo se estrella en un defensor del Pincha. Cuatro minutos después, el Titán se iría reemplazado por Lucas Viatri, un cambio que sería determinante.
A los 21, el Pochi Chávez define al palo derecho del arquero pero el juez de línea anula (mal, vale destacarlo, ya que el Pochi estaba perfectamente habilitado) el tanto y todo sigue en empate.
A partir de allí, el partido cayó en una laguna hasta que, a los 44 minutos del segundo tiempo; Pablo Mouche desbordó por la derecha y envió un centro perfecto para Lucas Viatri, quien anticipó a su marcador de palomita y ubicó un certero cabezazo abajo a la derecha del arquero Pincha. Boca se llevaba la victoria con este golazo de Viatri, y sorprendía a un Estudiantes que no podía creer lo que había sucedido.
Boca conseguía una victoria fundamental ante el puntero, y achicaría la brecha para todo el torneo: En solo 6 puntos de diferencia, hay una disputa de 16 equipos. Y sí, el Xeneize, con este triunfo, se prendió en la pelea por un campeonato que no parece tener dueño definido, y que promete continuar con este desarrollo apasionante.