C/
Hortaleza, 52
Chueca,
Madrid
915 241 397
Bocados divertidos
Paseando por
el barrio de Chueca en busca de unas botas vi de pronto un sitio diminuto
con un rótulo: “cevichería”, desde ese momento empecé a salivar
e imaginarme cómo serían ese ceviches; pasaron por mi mente miles de escenas de
ceviches, unos picantes, otros ácidos, de lubina, de corvina,
con boniato, con aguacate…. con lo cual las compras pasaron a segundo
término, esperaba ansiosamente que llegara la hora del cierre para poder descubrir
esa cevichería llamada La Panamericana.
Un local
pequeño y estrecho donde predomina la madera. Decoración muy sencilla y acorde
al sitio, una pequeña barra con mesas altas y en la parte trasera el comedor
con unas siete mesas. En las paredes sombreros de paja colgados y la luz tenue.
No recibió
un amable chico y mientras mirábamos la carta pedimos un pisco sour, que
es lo que toca en un restaurante peruano. La carta es muy divertida y original,
se basa en una fusión de cocina peruana, mexicana, oriental y
venezolana, de donde el chef es originario, Emiliano Reyes.
Carlos,
el camarero que nos atendió, disfruta con su trabajo y lo transmite a los
comensales -tomad nota la importancia tan grande que tiene mimar y cuidar a los
clientes- esta es una de las valoraciones más importantes para mi al realizar
una crítica/ opinión.
“Aquí
empezamos por el café, terminamos por el sushi y luego les damos unas hostias”
quedamos sorprendidas, pero esto fue cierto…
Comenzamos
con el Cardito Express, es un falso
café, hecho con verduritas y marisco y setas shiitake, servido en una
cafetera, vas probando paso a paso el caldo, el marisco y por último las
verduras. Muy rico y muy divertido!
Seguimos
con Temaki bienmesabe, a base de un
adobo de cazón con salsa de garbanzo envuelto en una hoja de lechuga, al estilo
vietnamita, espectacular, “pato chino alocado” nos comenta Carlos; para mí, el
plato más sabroso. Continuamos con el Bloody
Mary acapulqueño, zumo de tomate natural triturado con vodka, salsa
tabasco, orégano, cebolla morada y naranja, por otro lado los langostinos
macerados con lima, orégano y jalapeños. Merece la pena ver todo el tinglado
para prepararlo! Lástima que no le
grabé.
Y
por último, llegó el tiradito oil fish,
pez mantequilla con pulpa de naranja, lima y tamarindo y para acompañar un
plato de palomitas de maíz, para mojar la leche de tigre ahí.
Viendo
el panorama era obligatorio pedir un postre, elegimos el panquequerelleno de dulce
de leche acompañado con helado de vainilla, fantástico.
Como
detalle de la casa nos ofrecieron unas hostias, si habéis leído bien, oblea
rellena de crema de leche con canela.
Fue reconocido como restaurante revelación en el año 2012 por la luna metrópoli.
Sin
duda es un sitio para volver y así poder contaros más platos curiosos y
divertidos.
Las
raciones son pequeñas, pero de esta manera podéis probar diversos platos. El
precio fue de 32 euros pp.
Una grata
sorpresa descubrir este sitio donde el toque de humor y de creatividad hacen de
la experiencia algo inolvidable
Horario:
De
Lun a Sab de 13:00 a 16:00 hrs
De
21:00 a 24:00 hrs
Dom
de 13:00 a 16:00 hrs
http://www.lapanamericana.es/
c/
Antonio Pérez, 26
Madrid