En anteriores posts hablé de la necesidad de aprender a vivir con emociones incómodas. Porque forman parte de la vida. Y porque incluso de emociones desagradables y dolorosas como el miedo y la tristeza se saca algo bueno, ya que que cumplen una función: el miedo protege, la tristeza es integradora.Sin embargo, cuando trato de transmitir este aprendizaje a mis pacientes, casi siempre encuentro (y así creo que le sucede a la mayoría de las personas) una enorme resistencia a la aceptación. Y pienso que es debido a que hemos llegado a creer que:- Aceptar es resignarse, rendirse.
- Si le damos el control a la emoción, la emoción se instalará definitivamente.
- Como somos, en gran parte, esclavos de la dictadura de la felicidad, si no nos sentimos bien todo el tiempo, es algo terrible.
Esto se puede conseguir a través del mindfulness: la capacidad para prestar atención plena al momento presente, sin criticarnos ni juzgarnos. Y nuestro mundo interior, por supuesto, forma parte del momento presente. Por eso este sábado 7 de Noviembre hago un taller de meditación emocional: mindfulness + IE, para aprender a vivir con emociones incómodas.Si estás en Málaga para la fecha espero verte allí. Y si no, recuerda: no se gana una batalla por pelear más, se gana cuando termina la pelea. Un abrazo.
