Revista Viajes

La paz de leymebamba

Por Pablosolorzano


Había llegado el momento de dejar, no sin pena, Chachapoyas. Costaba irse de un lugar que por varios días había sido la “base” desde donde partimos a explorar muy bonitos sitios, en la que la habíamos pasado bien y donde la gente fue muy amable con nosotros; y también costaba dejarlo por el hecho de aún había zonas por conocer y hacia los cuales por falta de tiempo (la dictadura del tiempo, siempre) no pudimos ir. Por ejemplo nos quedamos con las ganas de ir hasta LAMUD para conocer el PUEBLO DE LOS MUERTOS o hacia la CAVERNA QUIOCTA; o hasta COLCAMAR para subir a ver los sarcófagos de SHOLON; o partir en una expedición de días hacia el VALLE DE BELEN o el GRAN VILAYA. Es decir, dejábamos mucho sin conocer aunque lo que vimos estuvo bastante bien. Como puedes darte cuenta este departamento de Amazonas es todo un universo inacabable de encantos.Era hora de dirigirse hacia el sur, empezar el regreso hacia Lima donde cuestiones personales nos reclamaban pero no iríamos sin pasar antes por otros lugares tan interesantes como los que hasta ahora habíamos conocido. Nuestra siguiente “base de operaciones” sería el bonito y tranquilo pueblo de LEYMEBAMBA. Allí se llega desde Chachapoyas a través de una relativamente ancha carretera que aunque no tenga asfalto está en aceptables condiciones. Acompañados por el tranquilo río Utcubamba y, para felicidad de quienes sufren de vértigo, sin apenas ver abismo alguno, nos fuimos alejando de la capital del departamento de Amazonas internándonos más y más en un valle cálido y hermoso. Esta vía pasa por pueblos como Tingo, que habíamos visto el día anterior de camino hacia Kuelap; Ubilón, desde donde se puede ir a conocer el pueblo de LA JALCA; Magdalena y Yerbabuena en el cual empieza la subida hacia los MAUSOLEOS DE REVASH que también nos quedamos con ganas de conocer. 

LA PAZ DE LEYMEBAMBA: DE MOMIAS Y PICAFLORES

Plaza de Leymebamba - Amazonas - Perú

Luego de 2 horas y media de viaje llegamos a Leymebamba en cuya bonita plaza nos sentamos un poquito para empaparnos del ambiente del pueblo: de entrada sorprende su pequeña iglesia con sus dos torres de piedra y sobre todo la armonía arquitectónica del sitio lo cual aparentemente es una constante en los pueblos de esta zona por lo que habíamos visto en Levanto y en la misma Chachapoyas, felizmente. Reina en este pueblito un ambiente que enamora y que sosiega. Ya, no quiero parecer demasiado optimista ni declarar a todos los pueblos del Perú como maravillosos pero sinceramente este era un gran lugar o al menos lo es para alguien que como yo siempre trata de escapar de los fauces del leviatán limeño. Las calles adoquinadas, la gentileza de sus pobladores, la tranquilidad con la que la gente vive y que parece ser consecuencia de su aislamiento; en suma, no habíamos escogido lugar mejor para quedarnos y tampoco pudimos encontrar una mejor opción de hospedaje que el HOTEL LAGUNA DE LOS CONDORES.Allí nos atendió la señora Vilma, dueña del hotel, quien junto a su esposo ha tenido la excelente idea de mantener un ambiente tal que más que un hotel parece que estuvieras en casa, en una casa donde se te ha invitado a estar. Este hospedaje no tendrá las modernidades de muchos otros pero hay en su patio un bonito jardín y los balcones tienen balaustradas de madera. Además, en donde está la recepción han acondicionado una especie de sala con sofás y hamacas sobre los cuales es una delicia despatarrarse mientras que la luz del día agoniza devorada por la inminente noche. La luz se había ido pero apenas si extrañábamos cualquier artificio eléctrico, el centelleo delicado de las velas era suficiente. Había música en ese patio: el estridor de algunos insectos, el gorjear de las aves que buscaban sus caminos en el cielo hacia las ramas bienhechoras, el plácido ronroneo de un pequeño gatito y el apurado rumor que otro producía al moverse entre las hierbas y plantas como si tuviera con ellas un silencioso trato. Gotas de lluvia se desgranaban con delicada obsesión produciendo una andanada de musicales ecos al reventar en la tierra, que húmeda y fertilizada, desprendía un manso y penetrante olor. En suma, un atardecer de órdago.Por lo que entendimos doña Vilma y su esposo son dueños del campo que está a la entrada a la célebre “Laguna de las momias” motivo por el cual antes de que un tour parta para aquel lugar los organizadores tienen que venir a coordinar a este hotel. Por tener mucho tiempo viviendo aquí estos señores son una fuente excelente de información para ir a cualquier lugar.  Al día siguiente nos fuimos a visitar un sitio que ha hecho mundialmente célebre a este villorrio: el MUSEO LEYMEBAMBA. Allí llegamos luego de caminar 45 minutos ya que no se ubica en el mismo pueblo sino en las afueras, a 4 kilómetros aproximadamente. Hay que tomar la carretera que va hacia Cajamarca y si te animas pregunta a la gente por los “cortes” que son caminos pequeños por donde puedes ahorrar mucho tiempo. Se puede ir en taxi hasta allí (7 a 10 soles) pero nosotros a modo de entrenarnos para la caminata que haríamos al día siguiente y conocer un poco más los alrededores nos fuimos a pie. El museo está situado en un fantástico complejo que ha sido construido con apoyo de una organización austriaca. Debe ser uno de los mejores organizados que he visto en el Perú.

LA PAZ DE LEYMEBAMBA: DE MOMIAS Y PICAFLORES

Museo de Leymebamba - Amazonas - Perú

LA PAZ DE LEYMEBAMBA: DE MOMIAS Y PICAFLORES

Museo de Leymebamba - Amazonas - Perú

Pero la historia de este museo empieza incluso antes de su existencia cuando en 1997 fueron encontradas 200 momias en la “Laguna de los Cóndores” por gente que estuvo trabajando por esa zona. Estas personas al ver unas tumbas que pendían en el vacío (como en Karajía) adheridas a las laderas de unos empinados cerros las expoliaron esperando encontrar oro. Aparentemente la ambición devino en odio y se denunciaron entre ellos ante la policía motivo por el cual este hallazgo llegó a oídos de las autoridades. Al ir hacia allí los arqueólogos encontraron 200 momias de la élite Chachapoyas, las que ahora se exponen en este museo.

LA PAZ DE LEYMEBAMBA: DE MOMIAS Y PICAFLORES

Museo de Leymebamba - Amazonas - Perú

LA PAZ DE LEYMEBAMBA: DE MOMIAS Y PICAFLORES

Museo de Leymebamba - Amazonas - Perú

Es sorprendente verlas detrás de esos vidrios con que están protegidas las cámaras en las que yacen. Momias muy bien conservadas y que fueron embalsamadas hace casi 700 años. Fue tal el interés que se despertó por ellas que fueron expuestas en Francia e Italia en el 2006 y fueron visitadas por más de 150 mil personas. Cosa sorprendente es que se ha llegado a comprobar que muchas de ellas son ancestros directos de los actuales habitantes de la provincia. Además de estos restos humanos también se puede ver quipus que fueron encontrados en esos sitios funerarios y una reproducción de cómo es el lugar donde se hallaron las momias en la laguna.

LA PAZ DE LEYMEBAMBA: DE MOMIAS Y PICAFLORES

Museo de Leymebamba - Amazonas - Perú

LA PAZ DE LEYMEBAMBA: DE MOMIAS Y PICAFLORES

Museo de Leymebamba - Amazonas - Perú

LA PAZ DE LEYMEBAMBA: DE MOMIAS Y PICAFLORES

Museo de Leymebamba - Amazonas - Perú

Al terminar nuestra visita nos fuimos hacia el KINTI KAFE, justo al frente de la entrada principal del museo. El acceso a este sitio es gratis obviamente, pero se paga 5 soles si quieres entrar al patio trasero y sentarte a ver los colibrís que en increíbles cantidades llegan por allí a beber de unos recipientes o bebederos de plástico que cuelgan de los árboles y que han sido llenados con un líquido que les gusta. Sirven un buen café que se aprecia todavía más por tomártelo mirando ni más ni menos que el veloz y multicolor vuelo de estos prodigios de la naturaleza llamados colibríes. Estos pajaritos van todo el día pero especialmente cuando llueve. El café abre de 9 am a 5 y 30 pm. Pablo

LA PAZ DE LEYMEBAMBA: DE MOMIAS Y PICAFLORES

Kinti Kafe - Amazonas - Perú

LA PAZ DE LEYMEBAMBA: DE MOMIAS Y PICAFLORES

Picaflor en el Kinti Kafe - Amazonas - Perú

LA PAZ DE LEYMEBAMBA: DE MOMIAS Y PICAFLORES

Picaflor en el Kinti Kafe - Amazonas - Perú


DATOS UTILES

  • Fuimos desde Chachapoyas hacia Leymebamba en Transporte Karlita, ubicado en la calle Salamanca, cuadra 9. Horarios: 10 am, 12 del mediodía y 4 pm. Costo de pasaje: 12 soles. Es mejor comprar con un día de anticipación. Las combis de esta empresa están en regular estado. Tiempo de viaje hasta Leymebamba: 2 horas y 30 minutos
  • Otras opciones de transporte hacia Leymebamba son la empresa Movil Tours cuyo paradero está en la cuadra 4 la calle Libertad.  Horario: 6 am. Costo de pasaje: 10 soles. Tiempo de viaje: 2 horas. Desde allí ofrecen el servicio hacia Cajamarca: 8 a 9 horas, costo de pasaje 40 soles.
  • También está la empresa Virgen del Carmen, ubicado al lado de Transportes Karlita. Su mini-bus (o Coaster –se pronuncia Custer-como le dicen en Perú) va hacia Cajamarca a las 05 am pasando por Leymebamba a las 07 am. Se puede comprar un ticket directo a Cajamarca por 40 soles, bajarse en Leymebamba para conocerlo y pedir que al día siguiente te recojan allí mismo para continuar hacia Cajamarca.
  • Como ven el hecho de que Transportes Karlita saliera un poco más tarde en la mañana, lo que nos permitía dormir un poquito más, hizo que la prefiriéramos a las otras.
  • Hotel Laguna de los Condores: Habitaciones doble con baño y agua caliente: 40 soles, y doble sin baño: 30. La de 40 es mucho más bonita. Otra opción es el Hotel La Petaca que se ubica en la plaza del pueblo: habitación doble 40 soles, no tiene el canto que posee el hotel la Laguna de los Cóndores.
  • Comer en Leymebamba: Restaurante Celi en la calle La verdad (es la que empieza al lado de la iglesia) buen servicio y económico; hay uno más al lado de empresa Karlita, en la plaza, que también está bastante bien.
  • En el pueblo hay servicios de internet y teléfonos.
  • Museo de Leymebamba. Entrada 10 soles. No atienden del 25 al 1ero de enero. Está abierto incluso los lunes, día que nosotros fuimos, cosa extraña porque la página dice que no atienden ese día.

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