Las películas "del Oeste" ya habían sido exitosas en los inicios del cine, pero la cosa fue perdiendo fuelle hasta que un genio del cine, llamado John Ford, decidió llevar a cabo y estrenar La diligencia.
A finales de los años 30 John Ford ya era un director con cierto prestigio y con una importante carrera a sus espaldas. Sin embargo, tras comprar los derechos de un relato de Ernest Haycox, con su propio dinero (2.500 dólares le costó), encuentra numerosas dificultades por parte de los productores a la hora de llevarlo a cabo.
El motivo que estos aducían era que al tratarse de un western éste era un género que ya no era popular y, por lo tanto, era arriesgado producirlo y proyectarlo en las salas. Ford, tras largas discusiones, les convenció diciéndoles, entre otras cosas, que se trataba de una muy buena historia, sin importar el lugar y tiempo en que transcurría. El productor que se lanzó fue Walter Wagner, para la United Artists y para protagonizarla se eligió a un joven actor que en aquél momento era popular por haber hecho unas cuantas películas del Oeste de bajo presupuesto, un tal John Wayne.
En 1939 se estrenó La diligencia, de Joh Ford, y nació una leyenda del cine. La película consiguió dos Óscar y cinco nominaciones. No obtuvo el éxito de público esperado, pero despierta los aplausos y la admiración de la crítica y de los directores colegas de Ford, lo que contribuyó al renacer del género y a que éste recuperase un lugar preeminente en Hollywood de ahí en adelante.