La perseverancia es una actitud que te lleva a la resolución para lograr lo que has emprendido a pesar de los obstáculos. El Apóstol Pablo tuvo perseverancia y lo podemos ver en sus palabras en Filipenses 3:12: No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.
PERSEVERANCIA.
En medio de las crisis de la vida, la actitud es lo que cuenta. Cómo reaccionamos, qué hacemos, a quién vamos para buscar ayuda.
Por tanto, a ti, Señor, miran mis ojos. En ti he confiado: no desampares mi alma. Salmos 141:8
¿Te has puesto a observar
la actitud de los pájaros ante las adversidades?
Están días y días haciendo su nido, recogiendo materiales
a veces traídos desde largas distancias…
… Y cuando ya está terminado y están prontos para poner
los huevos, las inclemencias del tiempo
o la obra del ser humano o de algún animal lo destruye
y tira por suelo lo que con tanto esfuerzo se logró
¿Qué hace el pájaro? ¿Se paraliza, abandona la tarea?
De ninguna manera. Vuelve a comenzar, una y otra vez,
hasta que en el nido aparecen los primeros huevos.
A veces -muchas veces- antes de que nazcan los pichones
algún animal, un niño, una tormenta, vuelve a destruir
el nido, pero esta vez con su precioso contenido…
Duele recomenzar desde cero… Pero aun así el pájaro
jamás enmudece ni retrocede, sigue cantando y
construyendo, construyendo y cantando…
¿Has sentido que tu vida, tu trabajo, tu familia, tus amigos
no son los que soñaste? ¿Has querido decir basta, no vale
la pena el esfuerzo, esto es demasiado para mí?
¿Estás cansado de recomenzar, del desgaste de la lucha
diaria, de la confianza traicionada, de las metas no
alcanzadas cuando estabas a punto de lograrlo?
Así te golpee la vida una vez más no te entregues nunca,
di una oración, pon tu esperanza al frente y arremete.
No te preocupes si en la batalla sufres alguna herida,
es de esperar que algo así suceda.
Junta los pedazos de tu esperanza, ármala de nuevo y
vuelve a arremeter.
No importa lo que pase… no desmayes, sigue adelante.
La vida es un desafío constante pero vale la pena aceptarlo.
Y sobre todo… nunca dejes de cantar.
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque El Señor, tu Dios, estará contigo dondequiera que vayas. Josué 1:9.
Dios te bendiga,
Tu hermana y amiga,
Alva Vargas de Contreras.
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