Tu casa es tu castillo y deberá ser el hogar dónde puedes relajarte y recobrar fuerzas. Es fácil decirlo, y nada fácil realizarlo. El trabajo, los hijos, las actividades sociales, el día a día … pueden acabar metiéndose por el medio . Coger el hábito de recoger algunas cosas por la noche, repartir las tareas de limpieza en los ratos libres en vez de sacrificar todo un fin de semana puede ser un inicio para volver a tenerlo todo bajo control, pero de vez en cuando se necesita un enfoque algo más radical.
Síntoma 1: Evitas estar en casa
Quizás tu casa sea tan solo el lugar donde duermes. Te levantas para salir corriendo, del trabajo vas directamente al gimnasio para después encontrarte con los amigos o atender a algún curso extracurricular. Este puede ser un síntoma de una vida muy activa, o puede que estés huyendo de tu hogar para no tener que plantarle cara al caos.
Imagínate ahora pasar todo un fin de semana en casa: ¿qué sensación te da? ¿Tranquilidad para poder dedicarte a lo tuyo, o ansiedad por encontrar actividades alternativas? Si te encuentras en la segunda situación, tu tarea será encontrar qué es exactamente lo que te molesta.
Recuerda que la calidad de tu casa tiene un impacto directo sobre tu calidad de vida.
Síntoma 2: Te da vergüenza recibir visitas
Tu fiesta de inauguración del piso está pendiente desde hace más de 8 meses. No le dices a nadie que tu piso incluye una súper terraza de 50m2 para evitar comentarios tipo “y qué tal una cena en tu casa?”. Cuando la junta de tu club social busca un lugar para una reunión de planificación o tu hijo quiere invitar a alguien para estudiar, te sientes incómoda e intentas evitar el tema.
Quizás tan solo quieres preservar la tranquilidad en tu hogar. O quizás te da miedo lo que opinen los demás del caos y la falta de utilidad de lo que has acumulado con el tiempo. Si la segunda situación es tu caso, tu tarea para este fin de semana será analizar qué parte de tu casa te molesta más. Definiendo el problema tendrás la fuerza suficiente para resolverlo.
Síntoma 3: tienes que volver a entrar tres veces antes de salir
Estás bastante satisfecho con tu casa y no tienes inconveniente en que tu día a día parezca incluir muchas búsquedas. Aunque a lo mejor ya estás cansada de volver a buscar el móvil, volver de nuevo porque te dejaste la agenda, y subir una tercera vez porque las cartas se quedaron encima de la mesa. Tu problema no es tanto que no te sientas bien en casa, sino que la casa no parece sentirse bien contigo (¿y por eso te esconde las cosas?).
Si vives sola, nadie se dará cuenta de este hábito, aunque a lo mejor tendrás que salir 5 min antes de casa para incluir las 3 vueltas por la casa. Si estás cansada ya de pasar el tiempo en las escaleras de tu edificio, tu tarea será durante esta semana darte cuenta de cuáles son las cosas que olvidas con frecuencia. Una vez que has decidido lo que necesitas por las mañanas tendrás el enfoque para prepararte una pista de decolaje cerca de tu puerta.
¿Qué puedes hacer este fin de semana para reconquistar tu casa?
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Foto: puntxote / flickr