Mamá, papá, quiero un Smartphone. Ya los niños de hoy no quieren una bicicleta, ya no quieren ir a un parque de diversión o conocer al payaso, ahora quieren tecnología, y tecnología cara.
Pero todo sería fácil si todo terminara en la compra del teléfono celular. Después de obtenido el preciado objeto, comienza un largo camino, un camino lleno de gastos y caprichos.
Lo primero es el contenido, el hardware tiene que ser llenado con software y este, no siempre es gratuito. Ahora el niño quiere descargar aplicaciones, juegos y películas, quiere subscripciones a servicios en línea y lo más importante, quiere planes ilimitados de internet y mensajería, para satisfacer las necesidades que requiere el contenido descargado.
Luego viene la parte de “vestir” al teléfono. El dueño del dispositivo se da cuenta que el aparatico se puede caer y se puede dañar, pero si todo fuera tan sencillo, este problema se resolvería con una compra, pero no, es necesario conocer todos los colores y estilos de estos protectores, incluso hasta los más extremadamente ridículos, como el de la siguiente foto:
Próxima etapa, ya los audífonos que trae por defecto el Smartphone no son suficiente, ahora quiere unos que sean de “alta calidad”, que reproduzcan la música que descargo con anterioridad, con un nivel superior de fidelidad y que estos audífonos sean más grande que su propia cabeza, mucho más grande, por supuesto, que estos tengan un precio por encima de los 200 dólares.
Seguidamente llega la parte más ilógica de todas, después de haber gastado x cantidad de dinero en audífonos, ahora desea invertir en speakers, que pueden ser tan o más caros.
Por supuesto, a todo esto se le suman productos como sistemas de carga, juguetes, accesorios para carros y, bueno, una lista interminable. En resumen, lo que comienza con un simple teléfono que no es nada barato, se puede convertir en una gran pesadilla monetaria.
Y para despedirme, un video que agrupa alguno de los protectores más locos creados por el ser humano.