'La pesca de salmón en Yemen': Amar a contracorriente

[5/10]   En esta ocasión, el jeque árabe no quiere comprar un equipo de fútbol ni levantar lujosos hoteles, sino fomentar la pesca de salmón en su país… aunque eso sea, al menos en teoría, algo muy improbable pues allí no se dan las condiciones adecuadas. El encargado de poner este proyecto en imágenes es el sueco Lasse Hallström, y los principales artífices del milagro Ewan McGregor y Emily Blunt. El primero da vida al Dr. Fred Jones, especialista en piscicultura que estudiará su viabilidad, y ella es la atractiva Harriet Chetwode-Talbot, representante del jeque y cuyo novio militar es destinado a Afganistán. En realidad, lo de menos en “La pesca de salmón en Yemen” es si los peces logran adaptarse y remontar el río, porque -al margen de una subtrama política no desarrollada- lo que se cuece es más bien el futuro de dos amores que deben navegar a contracorriente y superar las dificultades.

Hay veces que una película se adscribe a un género sin discusión, y otras en que se da una hibridación de varios porque la propia historia se forja en un tejido de circunstancias cambiantes. En este caso, Hallström parte de una situación un tanto absurda y excéntrica, y en esa línea quiere trazar una sátira a la política británica, especialmente a partir del personaje de la jefa de prensa del Ministerio de Exteriores británico…, pero su comicidad es simple y excesivamente directa, aparte de incurrir en un error de casting pues Kristin Scott Thomas ha demostrado ser una gran actriz en papeles dramáticos pero no en el estereotipo histriónico que aquí le dan. Tampoco la subtrama terrorista tiene fuerza ni está bien engarzada en la historia central, sin duda por la pretensión ideológica de lanzar una crítica al imperialismo económico… que termina resuelta con dos secuencias impostadas, patéticas y mal rodadas, risibles más que cómicas.

En cuanto al romance, la historia es muy previsible y blanda, complaciente y almibarada en su falta de verosimilitud. No hay química entre los personajes, y nunca resulta emotiva esa lucha por sacar a flote su relación. Como a Kristin Scott Thomas, tampoco a Ewan McGregor le va el papel de científico gris e inseguro, y su personaje avanza tan a la deriva tanto como el proyecto del salmón, con tan poco humor como la propia película. Ni él ni Emily Blunt hacen malos trabajos ni mucho menos, pero no terminan de encandilar… y es que sus personajes fallan en su construcción en el guión. De igual manera, la figura del jeque está elaborada desde premisas de laboratorio… pero carece de vida y espontaneidad, y poco puede hacer Amr Waked para darle frescura. Están de más, por otro lado, tanto la esposa del Dr. Fred como el joven militar, ambos convidados de piedra en esta pesca con mosca en las montañas de Yemen.

En definitiva, Hallström nos da una comedia más forzada que divertida, un insulso drama de cartón piedra, y un romance indisimuladamente anunciado y nunca sentido. Sin duda, el carácter fallido arranca de un guión desequilibrado y con una deficiente caracterización de los personajes. Sólo la música de Dario Marianelli hace ímprobos esfuerzos por elevar el tono emotivo y romántico, pero sus melodías actúan como la presa que trata de contener la historia pero que se viene abajo a cada paso. No es mejor el desenlace, pero si hemos estado hablando de fe y de milagros durante buena parte de la cinta, ¿por qué no va a ser posible entonces pescar salmones en Yemen y amar a contracorriente? Hay buenas intenciones al proponer el entendimiento Oriente-Occidente, la conciliación trabajo-familia, la compatibilidad fe-ciencia y la viabilidad de dos enamorados aparentemente antagónicos… pero todo suena a postizo y artificioso, y sólo un espectador poco exigente morderá el anzuelo y la verá sin rechistar.

Calificación: 5/10

En las imágenes: Fotogramas de “La pesca de salmón en Yemen”, película distribuida en España por Wanda Visión © 2011 CBS Films, BBC Films, Kudos Pictures, The UK Film Council, Davis Films y Lionsgate UK. Todos los derechos reservados.