Revista Cultura y Ocio

La planificación no es para mí

Publicado el 26 febrero 2020 por Molinos @molinos1282
La planificación no es para míHoy he soñado con mi amiga L. Es una amiga que dejó de serlo hace cinco o seis años. No nos enfadamos, yo no me enfadé pero decidí que seguir fingiendo que teníamos algo en común era una bobada. A ella y otras les dije: adiós, os deseo lo mejor. Y hoy me he levantado pensando en ella y en como fue capaz de prepararse unas oposiciones complicadísimas cuando terminó la carrera. Nunca fue buena estudiante, era más bien chapucerilla, pero cuando se planteó las oposiciones se convirtió en una titana de la fuerza de voluntad. Todos los días, uno tras otro, iba a la biblioteca y estudiaba horas y horas. Academia, ensayo de temas, más estudio, solo descansaba un día la semana. Una organización milimétrica y una voluntad a prueba de bombas. Me admiraba. Ella que en el colegio había sido un desastre, siempre llegando en el último momento, siempre llevando todo estudiado con pinzas, siempre inventándose las respuestas a partir de dos o tres frases, estudió durante años siguiendo un plan milimétrico.  He recordado todo esto porque este año me propuse apuntar en una agenda las cosas que hago y que quiero hacer. Mi intento ha llegado hasta finales de febrero. Me he aburrido y además me he dado cuenta de que escribo las cosas a posteriori, como una especie de recordatorio: fui a la peluquería, llevé a María al médico, cené con los de Montes. No tiene ningún sentido. Tener una agenda, escribir lo que quieres conseguir hacer a lo largo de la semana es, para mí, un propósito imposible. Supone saber cómo te vas a sentir a lo largo de toda la semana o peor aún, asumir que da igual como vayas a sentirte a lo largo de toda la semana: tienes un plan y unos objetivos y vas a cumplirlos pase lo que pase. Ser así es como ser del ejército aliado en el día D: los planes se cumplen. O se intenta contra viento y marea. 
Yo soy más de improvisar acciones, como la resistencia. Estudiar una oposición hubiera estado completamente fuera de mis posibilidades. Planificar la semana y el cumplimiento de unos objetivos es ciencia ficción para mí.  Yo cumplo con mis tareas en acciones limitadas, rápidas e improvisadas y siempre siempre de acuerdo con mi estado de ánimo. En mí, el "hoy no tengo ganas de esto" es poderosísimo. Mi amiga es Patton y yo soy el francés de la boina de que volaba el tren en el último momento justo antes de irse a comprar una baguette. 
Y sí, mi amiga aprobó la oposición y ahora tiene un puesto estupendo. Y, bueno, a mí no me va mal yendo siempre a salto de mata. 

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