La Playa, Tazones

¿Que tal amigos? aquí estamos de nuevo, después de estos meses de confinamiento, con más ganas si cabe de visitar nuevos sitios. Parece que el verano se despierta y poco a poco podemos volver a disfrutar de nuestra tierra y de nuestra gastronomía, porque, aunque algunos hemos podido disfrutar mucho de la cocina en nuestras casas durante el confinamiento, no hay nada mejor que ir a mesa puesta ¿verdad?

Con el buen día que hace, y con ganas de salir de Gijón, nos acercamos a Tazones, precioso pueblo con abundante oferta gastronómica, cerca de Villaviciosa. En esta visita al pueblo maliayo, optamos por el restaurante La Playa, situado al final de pueblo a mano derecha, justo en frente de la entrada a la propia playa. Disponen de una terraza a pie de playa y otra más pequeña en alto, donde las vistas son geniales, para disfrutar de una buena comida y del buen tiempo. Creo que como la mayoría de visitantes a Tazones, optamos por pedir un arroz, en este caso con bugre (bogavante) Un arroz para cinco del que pudimos comer 6 adultos y tres niños, algo caro, a 26 € la ración, aunque todos sabemos que Tazones es un sitio caro. Bastante bueno de sabor y con dos bugres. No es mi arroz preferido porque suele ser un tanto insípido, pero en este caso estaba muy bien y el bugre muy bueno también. De entrante para aguantar la espera unas zamburiñas, no muy grandes pero correctas de sabor, y unos calamares, muy ricos.

De postre tienen el clásico bombón helado de la Ibense y helados artesanos de la heladería Revuelta de Llanes (el bombón de mantecado... delicioso) aunque también tienen algunas tartas y postres artesanos de Santolaya como la cuajada con arándanos (Lleche Presa)

Para beber un poco de sidra natural DOP Novalin de Orizon, Nava, no muy bien de temperatura y con pitorro.

No sé si derivado de esto de "la nueva normalidad" disponen de dos turnos, a las 14 y a las 15:30. Nosotros fuimos en el segundo turno, y entre que tardaron en sentarnos, y el tiempo de preparación del propio arroz, nos hizo la espera una tanto larga. Personal muy amable, pero se les veía algo perdidos dando la sensación de que estaban un poco desbordados. Supongo que esta nueva situación requiere un tiempo de adaptación para todos. El precio como os decía algo caro, pero previsible teniendo en cuenta el sitio.