Desde luego, el primer -y de momento único- poemario del escritor cubano Carlos Rafael Olivera (*1958, San José de las Lajas, Cuba) no pretende llevarnos a engaño.
El autor anuncia sus intenciones y su concepción del arte poética encargando significativamente el prefacio a Curtis i Krònia -autodenominados "ni poetas ni rapsodas"-, iconos de la contracultura y maestros de lo experimental, quienes escriben un poema programático "a modo de prólogo": [...]/no más falsos caminos. No más dioses.¿De qué se habla en la oración?".
Guiado por la definición de poesía que hiciera Don Quijote al Caballero del Verde Gabán, Olivera ratifica su propósito afirmando contundente en su primer poema, de un solo verso: la poesía es un hacker señor hidalgo, que titula sintomáticamente Return. Toda una declaración de principios. Y se dispone a poner en práctica la exhortación del maestro "loco": "La poesía, señor hidalgo, a mi parecer es como una doncella tierna y de poca edad y en todo extremo hermosa, a quien tienen cuidado de enriquecer, pulir y adornar otras muchas doncellas, que son todas las otras ciencias, y ella se ha de servir de todas, y todas se han de autorizar con ella".
La poesía de Olivera es ostensiblemente experimental; el autor nos previene con la cita del Maestro Eckhard, que precede a su segundo poema, THE WALKING DEAD: Cuando el alma quiere experimentar algo/lanza una imagen frente a sí y después entra en ella. Y un poco, solo un poco, más adelante, como para seguir orientando al lector, le hace un homenaje a la poeta austríaca Friedericke Mayröcker -uno de cuyos poemarios lleva por título Scardanelli-, dedicándole claramente un poema, también de un solo verso: te amo scardanelli ( LA CHICA QUE ENVIÓ POR WHATSAP UN BELLO PESANERVIOS).
Como la de Mayröcker, la poesía de Olivera es altamente iconoclasta. De cuño intencionadamente deconstructor, preconiza un nuevo concepto de la poesía, que abarca todo el universo y se manifiesta como una amalgama de referencias, asociativas o no. El autor practica un concepto de poesía en la que todo cabe.
Como ya hiciera el surrealismo de André Breton con su escritura automática, la voz poética de Olivera se deja oír como un fluir de la conciencia, el subconsciente parece guiar libremente, los pensamientos parecen aflorar sin coerción de ningún tipo. Quien escribe se libera de la sintaxis ortodoxa y prescinde de los signos de puntuación.
Sin embargo, a diferencia de la escritura automática surrealista, la de Olivera se libera de la ortodoxia voluntariamente y con plena intención; su fluir de la conciencia no es auténtico, sino premeditado, Olivera no escribe en estado de trance, sino con absoluta lucidez. Su estilo se caracteriza por el montaje y la provocación: sus poemas cercenan el lenguaje usual, se componen de frases recortadas de aparente sinsentido, cortocircuitos sintácticos, textos fallidos, sincronía entre pasado y presente, infinidad de referencias a iconos culturales y de otros ámbitos, con los que va tejiendo una novedosa semiótica, que exige un nuevo sistema de lectura, más allá del poema suelto. Su poesía es una propuesta global, una antipoesía o, al menos, una contrapoesía.
Jugando con la polisemia de la palabra oración (y con el lector, para descolocarlo), el título del poemario contiene una invitación a la reflexión sobre el lenguaje ordinario: ¿De qué se habla en la oración?, la pregunta que plantea el último poema del libro, el único que el autor escribe cercano a la manera clásica; y él mismo responde: SE RUEGA ESCRIBIR PALABRAS bajitas/AUNQUE DE CUANDO EN CUANDO/HABLEMOS DE satzbau/Y NO SEPAMOS DE QUÉ SE HABLA EN LA ORACIÓN ( UN POCO DE EXPRESIONISMO).
Olivera es un iconoclasta y se sirve de cuanto puede y está a su alcance para construir significado usando medios fuera de la convención: inventa palabras y en alguna ocasión la ortografía (con nota aclaratoria -*- a pie de página), utiliza la ironía para desmitificar y hacer escarnio de la rima:
[...]//acá escogía/tu caspa [c]ebócea*/eritroxilácea/ecología ( TUSA CUTUSA CABEZA DE MONO O PONER EL NOMBRE QUE MÁS OS GUSTE), se acerca con humor a la poesía concreta para reírse de ella: a≈→ a≈ + iA≈ (z, z)/sabalatín lalú ( ESCRIBE Y LEA). El autor cubano emprende una cruzada para desacralizar la poesía, haciendo convivir lo banal con lo endiosado: KASPAR HAUSER SE VA DE REBAJAS AL CORTE INGLÉS, lo culturalmente consagrado cohabita con lo trivial: Jürgen Habermas convive con Eroski: en el esfuerzo deductivo de jürgen habermas intervienen tinta/china con caramelos eroski ( TEXTO PARA SER LEÍDO VODEVIL DE FONDO), Huckelberry y Tom Sawyer -convertido en mozo de supermercado- manejan armas de fuego y droga: [...]/huckleberry cambió su calibre 32 por tres rayas de polvo a tom/sawyer/el que trabaja en el súper (creo que dando lechá en el muro de/afuera) ( CANCIÓN EN EL CONDADO DE DADE). A esto hay que añadir el juego significativo con la ambivalencia: en el poema te amo scardanelli ( LA CHICA QUE ENVIÓ POR WHATSAP UN BELLO PESANERVIOS). "Pesanervios" puede ser una palabra inventada o hacer referencia a la obra de Antonin Artaud de igual título. "Scardanelli" es a la vez el alter ego de Hölderlin y el título del poemario de Mayrocker, que practica un tipo de poesía radicalmente distinto al del romántico alemán, [S/T], puede ser una abreviatura de "Sin Título" o de self-transcendence, un rasgo de la personalidad que nos hace sentir parte integral del universo, además titula un poema posterior STRIP-TEASE, cuyas iniciales coinciden con las abreviadas S/T...
En la misma línea rompedora, Olivera trabaja con un sinnúmero de alusiones a personalidades del mundo de la danza (Pina Bausch), la música (el cantante cubano Antonio Machín, Jimi Hendrix, Rolling Stone, Lady Gaga), del cine (Pulp Fiction, Lars von Trier), el deporte ( Agustín Marquetti) o de la literatura en general y de sus personajes (F. Mayröcker, L. M. Panero, L. Hölderlin -Scardanelli-, H.-M. Enzensberger, Gil de Biedma, G. Trakl, Virgilio Piñera, Huckleberry, Tom Sawyer), filósofos ( Jürgen Habermas, Wittgenstein) o series de televisión (The walking dead, CSI Las Vegas), por nombrar sólo algunos, que se articulan en sus poemas al lado de marcas comerciales, como piezas conformando un todo sugiriendo que pudiera montarse de ésta u otra manera.
Lo que afirmara Friedericke Mayröcker sobre su propia concepción de la escritura poética se ajusta como anillo al dedo a la poesía de Olivera: "El poema libre o total al que aspiro es mi idea de un poema que aporta un corte de la totalidad de mi conciencia del mundo. Entendiendo el mundo como algo plural, denso, fragmentario, indisoluble".
Carlos Rafael Olivera
¿De qué se habla en la oración?Parnass Ediciones, Barcelona, 2014, 95 págs.