Para evitar futuras lesiones, es fundamental que los costaleros posean una buena preparación física. Además, es muy importante que, antes y después de la procesión y durante los relevos, se realicen ejercicios de estiramiento.
La postura correcta durante el acto de procesión es marchar con el cuello recto (leve inclinación anterior de 20º aprox.), manteniendo la mirada al frente durante todo el trayecto, para evitar tensar el cuello y mantener así la espalda recta a lo largo de todo el trayecto.
Es importante no flexionar del todo las articulaciones del codo y de la muñeca, y mantener el abdomen contraído.
Es aconsejable usar faja ortopédica lumbar.
Se debe repartir el peso adecuadamente a la hora de procesionar cualquier imagen de la Semana Santa, de tal forma que ningún costalero lleve más peso que otro.
El peso se debe levantar con las rodillas flexionadas y con el tronco lo más recto posible.
El tamaño y posición de la morcilla debe proteger la séptima vértebra cervical, que es la zona de mayor esfuerzo.
Retirar la faja lentamente al finalizar.