Sabella más que Argentina, se juega una doble jornada complicada con vistas a Brasil 2014. Sus primeros dos partidos dejaron una cara y ceca que no permite comprender cuál es el verdadero equipo. Sería repetitivo hablar del potencial de Argentina y el buen rendimiento de algunos jugadores, por lo tanto, el análisis debería concentrarse en lo que quiere el entrenador y cómo lo ejecutará.
Contra Chile mostró una faceta ofensiva y protagónica que se vio beneficiada por los errores defensivos de los trasandinos, siendo estas situaciones las que generaron la llegada de los cuatro goles. Ante Venezuela, la ambición quedó a un lado y con el problema del calor y un Messi apagado, la situación fue diferente. Dolió la derrota, no sólo por ser de carácter histórico ante la Vinotinto, sino por un segundo tiempo lejos de las expectativas y flojas respuestas del entrenador para revertir la situación.
Ante Bolivia en el Monumental, será una gran chance para despegarse de la última imagen. Seguramente, con un planteo defensivo, será interesante ver qué plantea Argentina para romper las líneas defensivas. No se aceptará un triunfo por medio a cero, como dijo desacertadamente hace un tiempo Sabella. Si el resultado no es abultado o el juego no otorga certezas, inevitablemente se exigirá más.
Por nombres, Sabella no plantea modificaciones rotundas a la primera convocatoria. Continúan al margen Tevez, Cambiasso y Zanetti. De todos modos, por lo visto en las prácticas, habrá variantes en el once inicial. La esperada decisión de que Mascherano sea uno de los dos centrales, deberá seguir esperando. El mal nivel de Demichelis ante Venezuela y Masche considerado “el mejor central del equipo” según Guardiola, DT de su equipo, hacían creer que era el momento para que ocurriera.
El puesto de arquero también tendrá sus complicaciones. Romero, habitual titular de Argentina desde la Era Maradona, estuvo lesionado en las primeras dos fechas, y Andújar, su reemplazante lo hizo de gran manera, además de ser del riñón pincharrata como el DT. Los dos se destacan en el fútbol italiano y cualquiera de los elegidos, será una acertada medida. En la primera práctica, Chiquito jugó para los titulares.
El mediocampo dejó pálidas imágenes en las primeras dos fechas. Con el déficit del fútbol argentino a cuestas -las bandas-, sería Gago quien ocupe la banda derecha y José Sosa, de flojos partidos y en una liga sin competencia, siendo volante -ahora- por izquierda. En su esquematización por tener un equipo ordenado, los jugadores por las bandas están más en el debe que en el haber.
Los últimos metros también darán que hablar. La dupla Messi-Higuaín brilló en el primer partido, mientras que en el segundo fue una sombra. La posibilidad de tener un hombre más de ataque cercano a Lio y el extraordinario presente en el Manchester City, hacen pensar al Kun Agüero como parte del tridente ofensivo. Sin él, Pastore podría ser el enganche adelantando al hombre del Barca unos metros, aunque lo que resulta evidente es que necesita más gente de ataque.
Gran prueba para, como diría la Presidenta, “profundizar el modelo”. Para que Argentina deje de ser Messidependiente y de una vez por toda, sea un equipo: sólido atrás, dinámico y efectivo. Las condiciones están dadas, cómo ejecutarlas, será tarea y responsabilidad de Sabella.