La semana pasada anunciábamos el partido con Bolivia como una “prueba de fuego” para el conjunto de Alejandro Sabella… Una vez visto el rendimiento del último viernes, la parada en Colombia parece ser, al menos, decisiva.
No decisiva para el propio entrenador, sino para saber de una buena vez para qué está este equipo. Es un cruce dificil, porque es de visitante y ante una combinado colombiano que no saldrá a meterse atrás en su propia cancha, menos después del antecedente contra los bolivianos, y que tiene jugadores de buen pie del centro hacia adelante para complicar a una defensa argentina que se verá renovada. Ya lo reconoció su entrenador Leonel Álvarez hoy en conferencia: “La idea es poder hacerle daño a una Selección que viene herida, urgida de resultado. Para nosotros es una final”
Es cierto que no podrán contar con Radamel Falcao García, quizás el emblema de los “Cafeteros”. Sin embargo, las presencias de James Rodriguez, Pablo Doran y Jackson Martínez deben ser tomadas en cuenta por el cuerpo técnico nacional.
Sabella no encuentra el equipo, eso está claro, por eso los cambios constantes (no repitió los mismos once en ninguna de las tres presentaciones, y tampoco lo hará en ésta). Pero lo que también se deduce es que hay un criterio diferente para salir a jugar de visitante. Mientras que de local el esquema parece ser “ultra ofensivo” con 3 delanteros más un volante creativo (el caso de Ricky Álvarez la última vez), cuando sale de Argentina la cosa cambia.
Al parecer, la formación que dispondría el ex técnico de Estudiantes se pararía con 4 defensores, 4 mediocampistas y 2 delanteros. A saber: Federico Fernández, acostumbrado a ser stopper por derecha en el Napoli, haría su ingreso como lateral por ese sector en reemplazo de Pablo Zabaleta; Javier Maschareno jugaría por primera vez en la última línea al igual que lo hace en el Barcelona y compartirá la zaga central junto a Nicolás Burdisso, dándole salida a Martín Demichelis luego de su floja actuación; Pablo Guiñazú tendría la chance de debutar como titular y lo haría como volante por la derecha, obligando a Fernando Gago a ocupar la pareja de doble cinco junto a otra de las sustituciones, Rodrigo Braña. Por último, José Sosa ocuparía el sector izquierdo reemplazando a Ricky Álvarez.
Más allá del esquema, y si es que así se determina, la línea de cuatro sufrirá las consecuencias de la subida de Clemente Rodríguez por la izquierda alterando el a un 3-5-2. Así, Mascherano se pararía como líbero, con Fede Fernandez a su derecha y Nicolás Burdisso a la izquierda.
Arriba, Gonzalo Higuaín y Lionel Messi compartirán la dupla ofensiva. Siendo el crack del Barcelona el encargado de retrasarse para armar el juego. Algo que será fundamental para el equipo argentino ya que, al parecer, con éste esquema, la posesión de pelota parece ser despreciada en virtud de la recuperación, gracias a dos corredores como Braña y Guiñazú.
La responsabilidad de creación, entonces, recae en el buen pie y la buena actuación que pueda tener Gago o lo que pueda realizar José Sosa en su combinación con Messi.
Será el partido número 23 entre estas dos selecciones. El último triunfo argentino en Colombia se dio hace más de 14 años, cuando en 1997, y por las Eliminatorias al Mundial de Francias, con gol del Piojo López, el combinado dirigido en ese entonces por Daniel Passarella se imponía por 1 a 0.
Así, un poco a los tumbos, cambiando sobre la marcha cosas que no estaban previstas, llega la Argentina a la cuarta fecha en un momento que, si a priori parecía complicada, hoy toma carácter trascendental. Los 4 puntos obtenidos sobre 12 y la necesidad de obtener una victoria para cambiar la mala imagen brindada de local lo justifican.