Primavera... que bonita eres, con tus árboles verdes resplandecientes, con tus hermosas flores, con tus días más largos, con esas terrazas que se empiezan a llenar de gente más ligera de ropa... pero... ¡qué incordiosa eres también! Con las alergias y apatías, con la blancura de nuestra piel, la cual ha permanecido oculta en el invierno y que aparece de nuevo al despojarnos de capas y capas de ropa, con los michelines que en invierno no nos preocupan tanto, pero que ahora tenemos prisa por eliminar, con la apatía...
Esta transición, la del invierno a la primavera, representa un verdadero problema para algunas personas. Lo ideal, es prevenir y no descuidarnos en la época invernal, para luego, tener prisa por lucir un cuerpo bonito.
Debemos cuidar nuestra alimentación durante todo el año, mantener un peso adecuado y estable. De este modo, no tendremos miedo a quitarnos la ropa de abrigo a la llegada del buen tiempo.
De igual modo, aquellas personas que tienen problemas con la alergia al pólen, deben seguir unas recomendaciones y si es necesario, vacunarse.
La piel , debe estar siempre cuidada, tanto en invierno como en verano. La hidratación ha de ser constante, y ahora es una época ideal para efectuarnos una exfoliación con un peeling que nos elimine las células muertas acumuladas, para preparar la piel de cara al verano.
Debemos recordar que nosotros, los trasplantados, debemos evitar al máximo el sol. Eso no quiere decir que tengamos que hacer como los vampiros y salgamos a las horas nocturnas, sino que, aplicaremos siempre una buena capa de alta protección solar y nos expondremos con mucha moderación.
Para aquellas personas que les disgusta quitarse las medias y los pantalones largos y verse con la piel más blanca que la cera, hay buenos autobronceadores como solución temporal. Pero, sobre todo, hay que leer bien las instrucciones de uso.
Y, por supuesto, nada de dietas tremendas y fraudulentas para perder kilos en unos días. Eso es un peligro, no sólo para la salud de los enfermos renales, sino para cualquier persona y lo único que puedes conseguir, además de perder la salud, es el efecto yo-yo. Perderás rápidamente los kilos pero, una vez dejas la dieta, vuelves a ganarlos de nuevo e incluso se suman algunos kilos más.
Siendo conscientes y precavidos podemos disfrutar de una buena entrada de la primavera.
Ana Hidalgo