Cambio de hora
El lunes 21 de marzo de 2011, a las 0h21m hora oficial peninsular, se inició la primavera en el Hemisferio Norte, según el convenio astronómico. Esta estación durará 92 días y 18 horas. El domingo día 27 de marzo va a tener lugar el cambio de hora, recuperando el horario de verano.
Es decir ya se respira a primavera, las flores ya comienzan a salir de su letargo y su colorido invade bosques, paseos, parques y jardines.
Llamamos cambio horario al adelanto y atraso de una hora que realizamos cada primavera y otoño respectivamente. Esta es una medida que llevan a cabo unos 70 países en todo el mundo, siendo Japón el único país industrializado que no se ha adaptado aún a esta normativa.
El cambio horario tiene como fin reducir el consumo global de energía, haciendo coincidir el comienzo de la jornada laboral con las horas de luz. Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el ahorro doméstico en iluminación desde el cambio de horario de Marzo al de Octubre puede ser de un 5%.
El cambio horario fue una medida que se adoptó por primera vez en la primera Guerra mundial, cuando algunos de los países implicados adoptaron esta medida con la finalidad de ahorrar combustible. Esta situación se repitió en 1973, durante la crisis del petróleo, durante la cual la mayoría de los países industrializados adoptaran la misma medida para hacer frente a la complicada situación.
En España, esta medida se lleva adoptando desde 1974, aunque la última regulación a la que nos hemos adaptado ha llegado de la mano de la directiva Europea 2000/84, que entre otras cosas unifica los días en los que se producen los cambios de hora en todos los países de la Unión Europea, siendo estos el último Domingo de Marzo y Octubre, respectivamente. Dicha directiva se entiende con carácter indefinido, aunque cada 5 años la Comisión Europea publica el calendario de las fechas concretas en las que se producirá el cambio de hora durante los 5 años siguientes.
El cambio horario afecta, según los expertos, al reloj biológico y puede provocar trastornos en el sueño especialmente en niños y ancianos. No obstante es algo temporal que se suele superar en 2 o 3 días.