La primera vez

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¿Recuerdan su primera vez? Las primeras veces tienen algo de especial. De mágico, de comienzo, de aventura. Su primer beso. ¿Era real esa conexión, esa electricidad húmeda y onírica? ¿Ese lugar al cual no se puede volver siendo la misma persona? El primer beso, de cada vez. Con cada persona. Cada ocasión que se demuestran cosas a sí mismos por vez primera, su primer sueldo, su primer coche, su primer reto, su primer desengaño…

En estos días en los que se acumulan experiencias casi por imperativo legal. En los que hay que vivir mucho, muy rápido, en estas sociedades líquidas en las que hay que conocer a muchas personas. En las que los ‘kidults’, adultos infantilizados, se aburren rápido, también de las relaciones. Como si la vida tuviera que ser todo el tiempo una montaña rusa emocional o no ser. En estos tiempos en los que  tener, ser y, cuando vienen mal dadas, conservar, es tan importante… unos jóvenes valencianos han ganado el concurso internacional de Coca-cola de Singapur con un presupuesto de cero. Con una idea brillante. Con un insight potentísimo, es decir, algo con lo que el consumidor se identifica plenamente arañándole el corazón. Una big idea, un sentimiento de pertenencia, un nosequé, un lugar común.

En plena era de la publicidad emocional en la que se apela más al sentimiento que a las bondades netamente racionales del producto, estos chavales han dado en el clavo. Porque han contado una historia real, sin artificio, muy en la línea comunicativa de la marca de refrescos líder del sector a nivel planetario. Apelar al valor de las pequeñas cosas, a las insignificantes. A vivir el momento. En lugar de consumirlo sin disfrutarlo y tacharlo de las listas de cosas por hacer y a por la siguiente. Nada de ir este año a Tailandia, sin falta. Dar la vuelta al mundo en un velero o autorregalarse la Harley por el 40 cumpleaños.

Estos chicos valencianos localizaron a un hombre de 75 años, Joaquín Antón, que vivía a 110 kilómetros de Valencia y que jamás había visto el mar. Le regalaron esa primera vez. Siempre hay cosas qué hacer por primera vez. Aunque tenga que venir un anuncio a recordárnoslo.