Marta mi vecina era muy atenta y junto a su marido Octavio tenían una excelente relación de años conmigo.
Un tiempo atrás los había invitado a ambos a conocer mi departamento en el centro de la ciudad, el cual utilizo para alquilar en forma temporal a turistas y visitantes. Aunque a decir verdad también en caso de ser necesario y requerir un espacio para llevar a cabo "los trabajos" que me solicitan, es allí donde los realizo.
En una de esas charlas con Marta, salió el tema del departamento y en que lo utilizaba. Más que nada solo por saber y yo con algo de maldad le insinué que no solo llegaban turistas, cada tanto le daba uso yo mismo.
Le hablé solo de trabajos y no me detuve a explicar con detalles, pero ella me preguntó con insistencia hasta que le dijera de que se trataban esos encargos o pedidos.
Sin más le dije, en hacer mujeres a jóvenes vírgenes. Desvirgarlas y lograr que tengan una "primera vez" muy placentera y amena, como realmente se merecen.
Ella como que se sorprendió un poco de mi respuesta y lo tomó en broma todo.
Con el correr de los días nos encontramos con ella y casualmente ó a propósito el mismo tema surgió en la charla. Marta es una mujer de unos 60 años, muy divertida y algo liberal a la vez.
- Sin tapujos o vergüenza de su parte me preguntó: dime ¿Realizarías un pedido de mi parte?
- ¿Que tipo de pedido? Si lo puedo realizar, cuenta como hecho ese trabajo.
¿Pero de que estamos hablando?
- Mira pues me detuve a pensar y llegué a la conclusión que eres la mejor opción para desvirgar a Lucia, ya debe probar... lo que sabes...
Le expliqué que pondría mis condiciones y si las aceptaba podría realizar el trabajo "muy bien".
Me solicitó poder ingresar al departamento sin que se diera cuenta su hija y así escuchar detrás de la puerta, a lo cual me negué. Le ofrecí si quería una prueba, darle la sábana manchada de sangre una vez que consumara el acto y que lo certificaría luego el ginecólogo que la atendiera que todo había sido un éxito.
Pregunté que deseaba y ella me explicó que solo fuera oral y vaginal por esta vez y la hiciera gozar bien, para que la joven supiera lo que es el sexo.
Ya Lucia había tenido todo tipo de regalos: peluches, ropa, entradas a recitales, fiesta de 15, viaje a EEUU y ahora a sus 20 años el mejor obsequio que podía recibir era "sentir un buen pene entre sus piernas".
Solo le pedí a Marta que la controlara estrictamente con la regla a la joven, debía ser el día correcto (una semana antes de que le bajara). En ese día es cuando la mujer tiene excitación plena.
Todo continuó según lo hablado y quince días antes Marta me avisó de la fecha en que Lucia estaría lista, en ese periodo aproveché para prepararme bien, una dieta estricta para luego sacar la leche dulce y también el no eyacular para estar "bien cargado de leche". Si bien un hombre más joven que yó tal vez tenga más potencia sexual, no iba a estar en todos los "detalles" para realizar una iniciación de manera adecuada.
Llegó la fecha señalada, tocaron al portero eléctrico del edificio, lo accioné sin preguntar quien era y Marta subió con su hija. Yo las esperaba desnudo, solo con una toallón anudado a mi cintura marcando el paquete (sin erección aún), simulando que me estaba por duchar.
Sonó el timbre y abrí, al verme Lucia exclamó ¡¡¡Oscar!!! Se sorprendió mucho de verme.
Marta no le había comentado nada de quien iban a ver y tampoco de que tipo de regalo de cumpleaños le estaba ofreciendo esa tarde a Lu.
Las saludé con un beso y las invité a pasar.
Al ingresar Marta dijo estar con prisa por diligencias y trámites que debía realizar. Me dijo que si no me importaba la dejaba a Lucia para que le mostrara mi departamento así aprovechaba la joven de "disfrutar" de las vistas al mar. Y vaya que disfrutaría... pero no precisamente de las vistas sino de un buen pene y mucha leche caliente, dulce.
Mi propósito era aplacar su calor y excitación y a la vez hacerla gozar bien rico. Que tuviera orgasmos intensos.
Lucia es de una estatura media, algo así como 1.60 m, palo lacio hasta el cuello, ojos marrones y una cara de no haber roto un plato.
Tiene curvas, es tetona y con una gran cola. Una joven de armas llevar...
Mientras Lucia se encontraba en el living le pedí permiso para darme una ducha, y con gran descaro y premeditación dejé caer el toallón que me cubría, ofreciéndole para que me viera de espaldas. Su mirada seguro se posó en mi cola.
El baño quedó con la puerta abierta y comencé a ducharme. Lucia continuaba en el living, le ofrecí que recorriera el departamento pero no quiso. De sentía con vergüenza aun, poco a poco luego se desataría y dejaría de lado eso.
Al terminar mi baño le pedí que me trajera un nuevo toallón de mi habitación a lo cual accedió con un poco de reparo.
Yo estaba de espaldas y ella para no verme desnudo también a mí, solo extendió su mano para dármelo. Era toda una dulzura. Yo me encargaría luego sacar lo mejor de ella.
Luego me acompañó a la habitación y mientras ella miraba por los grandes ventanales los edificios de enfrente, yo me senté en la cama y coloqué por debajo del toallón un slip que marcaba mi bulto y no dejaba nada librado a la imaginación. Me quedé solo con esa prenda. Hacía mucho calor esa tarde de verano.
- Le pregunté si le importaba que me quedara solo en slip y ella me contestó: no, para nada.
Debido a la alta temperatura me dio sed y bebí una cerveza, le ofrecí otra y aceptó el ofrecimiento.
Si bien le solicité un mínimo de dos horas a Marta, todo se podría extender algunas horas más por si la joven estaba tensa o no lo deseaba hacer. Nada sería forzado.
Como estaba estudiando periodismo y por su carrera debe contestar preguntas, lo que hice para romper el hielo y comenzar fue el entablar una conversación sobre sus estudios que luego derivó en un cuestionario sexual completo.
Lucia se encontraba más relajada, la segunda cerveza ayudó y dio una ayuda a que se le quitaran los nervios y contestara todas las preguntas.
- La última pregunta fue: ¿Eres virgen?
- Sí, fue su respuesta.
No quería hacerla sentir mal y se lo hice saber.
Le conté que su madre me había alquilado el departamento por todo el día como regalo de cumpleaños, de forma completa.
-A lo cual ella preguntó: ¿Que incluye la manera completa?
- El lugar y lo que quieras que haga, estoy para cumplir tus deseos. Creo que estas en edad de disfrutar una buena... ya sabes Lu.
- Sí, lo que sucede es que no he encontrado con quien hacerlo, tengo días que estoy supercaliente sabes.
Esto que quede entre nosotros he.
- Tranquila. No contaré nada de que suceda aquí. Si quieres ya sabes, puedo solucionar eso yo mismo. Tu madre ha pensado que soy la persona correcta para hacerlo.
- Y tomando mi teléfono con una mano dije: Si quieres lo puedo hacer y si no le envío un mensaje a tu madre que te pase a buscar temprano, que no aceptas su regalo. Eso para ejercer presión, aunque yo sabía que tensión sexual que se percibía en el aire era una señal inminente que algo sucedería.
- No espera. Por favor no le envíes un mensaje. Es que me da vergüenza. Quiero hacerlo y que sea suave. No sufrir y padecerlo. A todas mis amigas se lo han hecho de forma ruda y no han gozado en absoluto.
- Solo haremos lo que quieras, tú decides. Y llevas el poder de ordenarme lo que desees. Solo será hacerte disfrutar Lu y que lo pases genial.