Mejor que su predecesora
Una de las razones por las que me daba tanta pereza ponerme con Shameless US era precisamente porque ya había visto un buen trecho de Shameless UK, la original, y no había acabado muy contento. Se notaba que era una serie con buenos guiones y con algunos conceptos ciertamente fantásticos, pero me resultaba algo sosa y no lograba conectar del todo con ella. El reparto, además, tampoco me parecía nada del otro mundo. No había ningún actor que me entusiasmase. La protagonista, sin ir más lejos, no me transmitía toda la fuerza que se supone debía irradiar su personaje. Por todo esto os recomendaría -aunque pueda sonar un poco chocante- que si queréis ver una Shameless os pongáis directamente con la americana.Una de las grandes razones por la que os diría que os pusierais con la americana es precisamente por su protagonista. Emmy Rossum (The Day After Tommorrow, 2004) es la perfecta Fiona Gallaguer. Es expresiva, tierna y tenaz, además de que tiene una frescura y un tipo de belleza muy peculiar que hace perfectamente creíble el hecho de que el personaje de Steve, un ricachón guapérrimo, se enamore de ella porque, que los fans me perdonen, nunca acabé de creerme que el Steve de la británica pudiera enamorarse de una Fiona que me parecía una choni de barrio como otra cualquiera. Con Emmy Rossum ya cuela más que alguien pueda quedarse embelesado viéndola bailar en el centro de una discoteca abarrotada.
El toque justo de humor negro y ternura
Shameless US es divertidísima, pero además nos hace reír con un tipo de humor que no es para nada el facilón que uno podría esperarse. Me explico. A lo largo de la primera temporada nos encontraremos con incontables escenas grandiosas que resultarán ser una mezcla perfecta de humor negro y surrealista, que nos harán sentir emoción, asquito y generalmente nos harán reír. ¿Dónde está el punto curioso de Shameless? Está, para mi gusto, en que logran que nos riamos con ellos, no de ellos. Han conseguido hacer personajes tan reales que desde el primer momento sentimos afecto, comprendemos su sufrimiento, nos identificamos con ellos. La vecina agorafóbica, por ejemplo, podría haberse convertido muy fácilmente en alguien de relleno del que reírnos a su costa, pero han construido tan bien su personaje que en ciertos momentos incluso llegamos a emocionarnos por su enfermedad, a entristecernos cada vez que llora por no poder salir a la calle e incluso a alegrarnos cada vez que da un pequeño pasito adelante. Puede ser excéntrica, hilarante y algo esperpéntica, pero es una persona "real" con varias capas, y gracias a ella muchos hemos comprendido mejor lo dura que puede llegar a ser una enfermedad como la agorafobia.¿Cuál de los dos? ¿El bebé o la golfa?
El papá Gallaguer es un caso aparte. Vista ya la temporada entera, y parte de la segunda, sigo sin tener muy claro si me gusta, si le odio o si simplemente le tolero. Su puesta en escena es brutalmente simple, en el sentido de que nos lo presentan como lo que es: un mal padre y un borracho. No intentan que creamos otra cosa ni juegan con ningún tipo de ambigüedad moral. Es un desastre, y probablemente siempre lo será, pero, y es un gran pero, tampoco es mala persona del todo. En ciertos momentos incluso puede llegar a ser tierno o a reflexionar con una perspicacia que resulta bastante sorprendente.¿Puntos negativos de Shameless US? A priori se me ocurre uno que, aunque no es culpa técnicamente de la serie, tengo que mencionar: en la segunda temporada cometen la cutrez de cambiar a la actriz de un personaje por otra distinta y fingir que no ha pasado nada. Me comentaba @BabyCatFace_ que Jane Levy dejó Shameless porque se fue a protagonizar Suburgatory. La nueva actriz no es que sea mala, pero realmente se hace algo raro ver a otra diferente y más cuando la anterior Mandy me agradaba bastante. Y, como apunte extra que ya es más achacable a la propia serie, la trama del amante de Ian Gallaguer, Kash, no me ha gustado especialmente, sobretodo la recta final. Pero igualmente ha sido interesante.
En definitiva, los Gallaguer americanos han sido los que me han ganado. Son todos sencillamente geniales, y la mayoría de los actores son muy carismáticos. Desprenden esa fuerza que eché en falta en la versión británica. ¡Con series como esta da gusto hacer maratones tardíos! Fiona Gallaguer, me encantas.