TABLA CENTRAL PRINCESA DE LA SEDA
La expresión “Ruta de la seda” fue acuñada por el geógrafo alemán Ferdinand Von Richthofen en 1887, e incorporaba todo el encanto, la belleza y el lujo de la propia seda.La ruta de la seda era una red de rutas que abarcaban casi 6.500 kilómetros y que unían el Pacifico con el Mediterráneo, los productos que circulaban por aquellos caminos eran raros y exóticos: oro, piedras preciosas, especias, sedas, ideas, creencias y tecnologías.La pintura de” la Princesa de la seda”, no fue realizada con fines artísticos, sino para ilustrar una leyenda, la que cuenta cómo los secretos de su producción, durante miles de años un monopolio chino, llegaron a Khotan, un reino-oasis situado en Asia Central, actualmente en el Oeste Chino, en el siglo VIII era un reino independiente y el eje central de la ruta de la ruta de la seda.La tabla de madera sobre la que se pintó la historia, fue encontrada en un pequeño santuario budista abandonado de Khotan. En la parte central aparece la princesa de la seda, el narrador debía de revelar que en su interior se esconde todo lo necesario para producir la seda: los capullos de la mariposa de la seda, los capullos de seda que éstos producen y las semillas de morera (alimento de los gusanos).Después los capullos de seda se amontonaban en cestas, de los que se extraían hilos de seda que posteriormente se tejían.En síntesis la historia cuenta como la princesa de la seda, aconsejada por su padre debía casarse con el rey del país del jade, que desconocía la técnica para producir la seda, la princesa decide revelarle el secreto como regalo para su nuevo pueblo, en el más estricto secreto y con desconocimiento de sus intenciones por parte de su padre.De esta manera se cuenta la manera en que khotan consiguió producir seda. Hoy en Khotan la producción de la seda sigue siendo una industria muy importante, que da empleo a más de mil personas y produce ciento cincuenta millones de metros de seda al año en tejido, ropa y alfombras.Se desconoce cómo llegó realmente la seda a Khotan, al margen de la leyenda, lo que sí se sabe es que a lo largo de la ruta de la seda viajaron en ambas direcciones, además de seda, ideas, historias y dioses.