¿Qué más? Ella es elegante y yo no. Sufro la irresistible tentación de no llamar la atención, en la calle, que cada vez es más comanche. Pasamos las vacaciones uno delante del otro. Aquí el menda en Barcelona, ella en Mallorca. Dos espejos a lado y lado de Mediterráneo. Ambos nos hemos multiplicado genéticamente, yo he pasado de "0" a +1 y ella a +/- infinito. Y ambos tuvimos parejas antes del matrimonio. ¡Es qué no puede ser! Intolerable. Entonces, si nos parecemos tanto, ¿porque ella, que no debería maquillarse tanto porque ya es un encanto, es princesa y yo no? Podría comprarme lencería rosa, pero ahora no me apetece. Tras rezar a Thor (¡¡¡ pecador, Grigander !!!), el dios me habló en sueños: «ella salió en televisión. Y tu no, tontorrón».
La princesa Letizia y yo