Título original: The Princess Bride
Libro independiente
Rama: aventura, romántica
Primera edición: 1999, Martínez Roca
Valoración: 5 sobre 5
Cuando Buttercup jura amor eterno al mozo que ayuda a su padre en la granja, Westley, éste se marcha en busca de fortuna para poder ofrecerle todo cuanto merece. Sin embargo, la terrible noticia de la muerte del joven rompe el corazón de la doncella que, al ser la muchacha más bella del mundo, se ve obligada poco más tarde a convertirse en la prometida del príncipe del reino de Florin: Humperdinck. Pero entonces Buttercup es secuestrada por tres curiosos personajes y rápidamente un misterioso y valiente hombre de negro acudirá en su ayuda. ¿Volverá Buttercup a conocer el amor?
Al escuchar hablar de La Princesa Prometida muchos pensarán sin demora en la mítica película estrenada en 1987 y protagonizada por Robin Wright Penn. Sin embargo, deben saber que la obra fue primero una novela magistralmente escrita por William Goldman, autor y guionista americano merecedor del premio Óscar. Un gran sentido del humor y pasajes originales, entretenidos e inteligentes inundan las páginas de este libro que desde el primer momento atrapará al lector, haciéndole adentrarse en el reino de Florin, donde las anécdotas más insospechadas se suceden, una tras otra, al mismo tiempo que el escritor hace pequeños incisos de vez en cuando explicando los entresijos de la historia. Y es que hasta en ese sentido la obra se sale de lo normal: en sus propias páginas Goldman nos va contando que La Princesa Prometida es una revisión de un clásico que su padre le leía de pequeño, escrito por S. Morgenstern, y que él solamente se dedica a recortar aquella historia, dejando nada más los pasajes más emocionantes y repletos de acción y aventura. Pero ni Morgenstern llegó a nacer nunca, ni aquella versión original de La Princesa Prometida fue escrita jamás. Sí, señor Goldman, sabemos que usted ideó y escribió toda esta maravilla literaria narrada en un estilo claro, sin andarse demasiado por las ramas y describiendo los hechos de modo que el lector pueda visualizar en su cabeza cada momento y escenario. Crear un personaje que llegue a ser inmortal e inolvidable para el lector es realmente difícil, pero Goldman lo ha conseguido no con uno, sino con prácticamente
la totalidad de ellos, desde la bella Buttercup hasta el joven Westley, pasando por Fezzik o el carismático español espadachín, Íñigo Montoya. Personajes muy llevados al límite, con unas biografías detrás que justifican totalmente cada una de las conductas llevadas a cabo por cada uno de ellos y que enriquecen todavía más la creación de los mismos.Sin lugar a dudas, una lectura obligatoria para los amantes del género que no dejará indiferente al lector, quedando en su memoria y marcadas a fuego frases tan míticas e inolvidables como ese tierno “Como desees”, o la divertida: “Hola, me llamo Íñigo Montoya, tú mataste a mi padre, disponte a morir”.