El jueves pasado fue un día muy especial para nuestro país, seamos del color que seamos, de las preferencias que tengamos en cuanto a modelo de Estado, el acontecimiento que se produjo fue un hecho histórico que quedará en nuestras retinas para siempre y a saber si será la última vez que vemos tomar posesión a un Rey.
El miércoles 18 de Junio el propio Juan Carlos sancionó la última ley bajo su reinado, la de su abdicación, ley que después se encargó de refrendar el Presidente del Gobierno. El rey saliente sancionó y rubricó la ley de su propia abdicación y cuya publicación en el BOE y entrada en vigor se haría a medianoche. Tanto al inicio como al finalizar el acto sonó el himno de España. Emocionante el momento en que el todavía Rey de España abrazó a su hijo y le cedió el puesto que presidía el acto. Más emocionante si cabe fueron las muestras de cariño de un hijo hacia su madre y el de unas jovencísimas nietas hacia sus abuelos, las cuales hay que decir que cuidaron el protocolo en todo momento, siempre bajo la atenta mirada de su madre, Doña Letizia. Mucho se ha hablado y se ha especulado sobre la falta de afecto que demostró Juan Carlos hacia su nuera en este acto, pues se echó en falta un gesto de animosidad o cariño.
Al día siguiente, SM el Rey Juan Carlos, al que ya no le puede suceder a su nombre la palabra “primero”, procedió al traspaso simbólico del mando de las fuerzas armadas a Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela. La faja de Capitán General del ejército de tierra, de la armada y del ejército del aire representa el mando supremo de las Fuerzas Armadas función que le corresponde al Rey de España según el artículo 62 de la CE. Es curioso el hecho de que después de dicho acto simbólico, los dos monarcas, el emérito y el reinante, se hicieran una reverencia el uno al otro.
Después, Felipe VI procedió a besar a su esposa en primer lugar, a la nueva Princesa de Asturias, a la Infanta Sofía, a la Reina Sofía ya su hermana Doña Elena, que fue la primera persona en hacerle una reverencia al nuevo monarca.
La semana que viene seguiremos analizando la proclamación de Felipe VI al más mínimo detalle.