Revista Ciencia

La producción masiva de sangre sintética, un paso más cerca

Publicado el 19 julio 2010 por Jordiguzman

Aunque los científicos pueden estar aún a años de llegar a cumplir algunas de las más importantes promesas realizadas sobre las La producción masiva de sangre sintética, un paso más cercacélulas madre – tratamiento de enfermedades como el Parkinson y hacer crecer órganos completos desde cero, por decir algunos – finalmente están empezando a hacer buenas algunas de las aplicaciones más simples, pero mucho más prácticas. Como crear sangre a partir de células madre hematopoyéticas, o células madre de la médula ósea, para transfusiones.

En el campo de batalla, la sangre es una comodidad particularmente valiosa, dado que siempre hay gran demanda pero poco suministro. Los soldados heridos en Iraq y Afganistán deben soportar semanas de espera antes de recibir envíos “frescos” de sangre donada que, para el momento de llegar, está a punto de echarse a perder – si es que no ha caducado ya. Y por encima de eso está el hecho de que el material es propenso a la contaminación o al transporte de enfermedades infecciosas y que tiene que encajar con el tiempo de sangre del soldado, y tienes un proceso tremendamente ineficiente con una necesidad desesperada de mejora.

Lo que nos lleva a la idea de producir glóbulos rojos a partir de células madre de la médula ósea. Aunque la tecnología ha estado lista desde hace algunos años – una compañía llamada Advanced Cell Technology produjo los primeros glóbulos rojos creados en laboratorio a partir de células madre embriónicas humanas en 2008 – el verdadero reto está en crear los billones de células sanguíneas que serían necesarias para una única transfusión de una forma económica. (Un litro de sangre adulta normalmente contiene entre 4 y 6 billones de células sanguíneas). Ahora imagina tener que escalar eso para dar servicio a miles, si no decenas de miles, de individuos a la vez, y podrás entender por qué esta tecnología aún tiene que dar un gran paso adelante más allá de las configuraciones de laboratorio.

Esto es lo que tiene en mente DARPA (Defense Advanced Research Projects Agency – Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa), el brazo de investigación experimental del Pentágono, que empezó su programa de creación de sangre en 2008 y concedió una beca a Arteriocyte, una empresa de biotecnología con sede en Cleveland, Ohio, de 1,95 millones de dólares para llegar a una solución. (Si te estás preguntando por qué ACT, que fue la primera en crear las células en el laboratorio no recibió el dinero, se debe a que el pentágono estipuló que tenían que producirse a partir de células madre de adultos). Ahora han pasado dos años y la compañía acaba de enviar su primer lote de sangre sintética a la FDA.

La compañía logró las células madre hematopoyéticas a partir de cordones umbilicales descartados y desplegó su tecnología Nanofiber Based System (NANEX) para expandirlas hasta 250 veces. Después de eso, las células se cultivan en unidades autocontenidas ricas en nutrientes y un factor de crecimiento que intentan imitar las condiciones dentro de la médula ósea, la cual induce el crecimiento de los glóbulos rojos. (Como todos los glóbulos rojos, las artificiales carecen de núcleo, lo que hace a las células más compactas y evitan que se dividan demasiado convirtiéndose en cancerosas). Arteriocyte afirma que pueden lograr el equivalente a 20 unidades de sangre a partir de cada cordón umbilical, más de dos veces el doble de la cantidad (6 unidades) que necesita un soldado normal para una transfusión.

Por el momento, la compañía tasa en 5000 dólares cada unidad de sangre que produce – bastante caro si tienes en cuenta cuantos miles de unidades necesitaría comprar el pentágono regularmente para satisfacer la demanda. Ampliando el proceso de producción, se espera que el coste por unidad baje a 1000 dólares, lo cual, aunque aún caro, lo haría una alternativa mucho más atractiva. Para hacerlo, la compañía sólo tiene unas pocas opciones: encontrar más cordones umbilicales (probablemente no es el caso, a menos que encontremos un montón de ellos esperándonos), mejorar la capacidad de su tecnología de lograr más células madre hematopoyéticas de los cordones, o encontrar una forma de crear las cámaras similares a la médula ósea más baratas y eficientes.

Incluso si el mundo no estuviese poblado por bebedores de sangre como en True Blood y Daybreakers, no es difícil ver por qué una sangre sintética barata y fácilmente disponible sería muy atractiva no sólo para los soldados estadounidenses, sino también para pacientes civiles de todo el mundo, particularmente en las naciones en desarrollo. También puede ayudar finalmente en el tratamiento de individuos con desórdenes sanguíneos como la anemia de células falciformes proporcionándoles cócteles de sangre “diseñados”.
Artículo traducido y posteado en Ciencia Kanija, el original se publicó en Discover, su autor es Jeremy Jacquot.


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