Revista Arte
La Puerta del Sol es el centro de Madrid, el kilómetro 0 para todas las carreteras españolas.
Desde aquí miles de personas concurren a la cita anual navideña de despedida del año, comiéndose las uvas al son de las doce campanadas de su famoso reloj.
Es además punto de encuentro y de arranque de miles de manifestantes madrileños y del resto de españoles que viene aquí a gritar sus reivindicaciones contra las decisiones de los políticos de turno, no importa la ideología, siempre hay algo que protestar.
Aquí surgió el Movimiento 15-M, o Movimiento de los indignados en el 2011, un movimiento ciudadano que se movilizó para pedir un conjunto de reformas, que dada las circunstancias se consideraban urgentes y necesarias, como la promoción de una democracia más participativa, el cuestionamiento del papel y de las formas de hacer y de conducirse de los bancos y grandes corporaciones, así como una auténtica división de poderes, entre otras medidas.
Este movimiento se extendió por el resto de España y del mundo, hallando ecos y resonancias la llamada "SpanishRevolution" en países de todo el planeta. Hoy sigue vivo bajo la forma de plataformas y asociaciones ciudadanas.
Desde esta puerta se organizaba una importante red de caminos, luego convertidos en calles, que las conectaban con otros núcleos urbanos y poblaciones.
Al construirse durante el reinado de Felipe IV el Palacio del Buen Retiro, el tráfico entre ambas residencias regias ( el antiguo Alcázar y el nuevo palacio) discurría atravesando esta plaza que adquirirá por ello un protagonismo inesperado.
Una puerta del Sol, sustituyó a otra anterior, de Guadalajara, en la salida oriental de Madrid, posteriormente la puerta se derribó en 1570, para permitir que la villa se ensanchara. Desde entonces encontramos la Puerta del Sol convertida en plaza, como un espacio abierto y libre de construcciones en su calzada, a excepción de la fuente de la Mariblanca (hoy se conserva cono escultura), frente a la Iglesia del Buen Suceso, ambas desaparecidas en 1854.
Iglesias, conventos, hospitales y una inclusa, se asomaban antiguamente a la plaza, con Carlos III se produjo un importante cambio en la fisonomía de la plaza, al construirse la Casa de Correos, hoy sede de la residencia del Gobierno Autónomo de Madrid.
Durante el reinado de Isabel II se puso en marcha una importante operación de reforma, entre 1854 y 1860, sin embargo, los principales edificios de antaño desaparecieron bajo las medidas desamortizadoras de Mendizábal.
El Mentidero de Madrid estuvo situado en las gradas del Convento de San Felipe El Real, a través de él se introducían en la plaza el tumulto y las intrigas de la Corte; este convento había sido construido por orden de Felipe II y estaba regido por los Agustinos Calzados. Al derribarse el convento, el Mentidero se trasladó a la fuente de la Mariblanca, nombre dado por el pueblo a la estatua de Venus que remataba el conjunto, y obra del escultor Pedro de Ribera (la última reproducción), fue durante siglos un lugar de animada reunión de aguadores y vendedores ambulantes.
En 1860 la plaza inauguró un nuevo aspecto, sus nuevas arquitecturas de gusto francés, consolidaron su fama y prestigio, en esa época estrenaba estanque, con el que se celebraba la llegada del agua a Madrid, mediante la importante obra pública promovida por el ministro Bravo Murillo: El Canal de Isabel II. Llegaron también los tranvías de caballos, luego mecánicos, el telégrafo, el teléfono, la iluminación de gas y la luz eléctrica, el metropolitano.
El famoso luminoso "Tío Pepe"
el más popular del lugar, hoy retirado, dicen que para restaurarlo, posiblemente sea sustituido por el logo de Apple que ha adquirido el edificio, celebró la llegada de la luz eléctrica. El Oso y el Madroño, otras de la populares estatuas de la Puerta del Sol, es obra de Antonio Navarro Santa Fe, es el escudo de Madrid, el origen de esta heráldica, se sigue discutiendo. Desde 1995 la estatua de Carlos III preside la plaza, situada frente la casa de Correos, que mandó construir, esta estatua fue realizada en los talleres madrileños de Jerónimo García.
El Oso y el Madroño, abajo salida de la estación de Renfe-Cercanías, inmensa cristalera en forma de pez globo, que se inauguró en el 2009, contiene los restos arqueológicos de la iglesia y hospital del Buen Suceso. En sus instalaciones se encuentra también Metro-Madrid, desde sus orígenes estación de Sol, con alusiones a la Puerta del Sol, con toda su historia, sus acontecimientos ,sus gentes y sus símbolos, todo lo que le ha dado identidad al lugar; hoy esas alusiones se han diluido en favor de una marca comercial (Sol Vodafone),sumado al aludido secuestro del Tío Pepe. Veremos si aguantamos y no vestimos al oso con el emblema de alguna otra multinacional que acabe de robarnos lo que nos queda de nuestras señas de identidad.