Revista Cultura y Ocio

La quema de libros. Breve historia

Publicado el 18 septiembre 2013 por Desequilibros

"Desde el siglo III antes de nuestra era hasta la actualidad, la quema de libros ha sido utilizada repetidamente como una herramienta por parte de las autoridades tanto políticas como religiosas para suprimir opiniones discrepantes que son vistas como una amenaza para al status quo".
He aquí una breve recopilación de algunos de los momentos más lamentables de la historia de la humanidad.
La quema de libros. Breve historiaUna de las primeras quemas de libros de las que se tiene constancia fue realizada por el primer emperador de China, Qin Shi Huang, perteneciente a la dinastía Qin (221-206 aC).
Su primer ministro Li Si sugirió eliminar la libertad de expresión y unificar el pensamiento y las opiniones políticas, justificándolo en que los intelectuales no estaban de acuerdo con el nuevo gobierno y podían resultar peligrosos.
Se quemaron por decreto imperial todas las obras de las Cien escuelas del pensamiento, que es como se conocían las distintas escuelas abiertas entre el 770 y el 221 aC. La única escuela que se salvó fue la que tenía el propio Li Si.
Los libros de historia existentes también fueron eliminados y desprestigiados. El propio Qin Shi Huang reescribió la historia.
Cualquiera que discutirese lo que decían los nuevos libros sería condenado a muerte junto a su familia, si las autoridades competentes conocían y no denunciaban uno de estos casos también eran condenados y todos aquellos que no hubieran quemado los antiguos libros tras treinta días a partir del decreto serían enviados al norte como convictos para trabajar en la construcción de la gran muralla.
Algunos intelectuales y estudiantes de las distintas escuelas que se opusieron a la quema fueron enterrados en vida, de ahi que se conozcan estos echos popularmente como la quema de libros y el entierro de eruditos.
La Biblioteca de Alejandría. Se ha escrito mucho sobre el suceso. Solo podemos añadir que "No debemos permitir que ésto vuelva a ocurrir".
• Una de las primeras relaciones entre libros, fuego y cristianismo en España fue un hecho, cuanto menos, curioso.
Tras la reconquista de Toledo (1085) por parte del rey de Castilla, había una cierta disputa social para saber si los cristianos ibéricos debían seguir los ritos romanos o los tradicionales ritos mozárabes (es decir de los cristianos que vivían en el reino musulmán de Al-andalus).
Tras varias disputas se decidió echar al fuego un libro perteneciente a cada rito, el que tardara más en arder sería el elegido. El libro romano ardió rápidamente, mientras que el toledano salió con escasos daños. Como comenta Henry Jener en la enciclopedia católica: Nadie que haya visto un manuscrito mozárabe con su sólido cuero tomará estos hechos como una hipótesis de intervención divina.
• En 1480, Torquemada promovió la quema de libros no cristianos, especialmente el Talmud judío y todo tipo de literatura árabe.
En 1490 un gran número de biblias judías y otros libros judíos fueron quemados públicamente a instancia de la inquisición. En 1499 alrededor de 5000 manuscritos mozárabes fueron consumidos por las llamas en la plaza mayor de Granada por orden del arzobispo de Toledo, Ximénez de Cisneros.
A comienzos del siglo XVI los árabes que vivían en la península tuvieron que entregar todos sus libros a las autoridades, siéndoles devueltos todos los que versaban sobre medicina, filosofía o historia, y quemando el resto. Gran cantidad de poesía árabe ardió por su supuesto simbolismo erótico homosexual.
•  El poeta germánico Heinrich Heine escribiría en el siglo XIX su famosa frase: Allí donde queman libros, al final, queman personas, en referencia a estas barbaridades perpetradas por la inquisición española. Poco sospechaba que menos de un siglo más tarde sus propios libros arderían a manos de los nazis y harían ciertas sus palabras, de nuevo.
• El 7 de Febrero de 1497 en Florencia, partidarios del sacerdote Girolamo Savonarola recolectaron y quemaron públicamente miles de objetos, principalmente libros, cuadros, esculturas, cosméticos, espejos, vestidos, juegos de cartas y instrumentos musicales.
El objetivo era eliminar cualquier objeto que pudiera inducir al pecado o que atentaran contra la moral cristiana.
Robespierre durante el "Reinado del terror", posterior a la revolución francesa, ordena la quema de libros que defiendan el catolicismo, el clericalismo o el absolutismo. Maximiliano Robespierre considera que la mejor forma de defender la razón y los ideales de la ilustración es quemando librerías, pues en la mayoría de las librerías se vendían libros católicos.
• Uno de los primeros actos organizados por la Falange en Madrid una vez terminada la guerra civil fue una quema de libros en la Universidad Central.
Así pues, el 30 de Abril de 1939 se celebró lo que se llamó auto de fe para condenar al fuego a los enemigos de España. Ardieron ese día obras de Freud, Lamartine, Karl Marx, Rousseau, Voltaire, Sabino Arana, Gorki y muchos otros autores que representaban los peores temores de los represores: el comunismo, el liberalismo, el separatismo, la poesía, el anticatolicismo, el marxismo, los modernistas, etc.
Curiosamente en el acto participó el secretario nacional de Educación; Antonio Luna, pues la quema se consideró un ejercicio educativo. El diario falangista Arriba publicaba el 2 de Mayo un comentario titulado Letras de humo en que se decía:

Con esta quema de libros también contribuimos al edificio de la España, Una, Grande y Libre. Condenamos al fuego a los libros separatistas, liberales, marxistas; a los de la leyenda negra, anticatólicos; a los del romanticismo enfermizo, a los pesimistas, a los del modernismo extravagante, a los cursis, a los cobardes, a los seudocientíficos, a los textos malos, a los periódicos chabacanos. En España los hombres jóvenes tienen el valor de quemar vuestros libros y, sobre todo, de quemarlos sin un gesto de aflicción.


10 de Mayo de 1933. Miles de libros considerados antigermánicos o de autores judíos iluminaron el cielo nocturno de Berlín.
Goebbels lo definió así:

La era de intelectualismo judio extremista ha llegado a su fin. El estallido de la revolución alemana ha limpiado el camino de los alemanes...
el alemán del futuro no será un hombre de libros, si no un hombre de carácter. Es así como queremos educaros.

Freud, al enterarse que libros suyos habían sido quemados exclamó: ¡Cuanto ha avanzado el mundo: en la edad media me habrían quemado a mí!
•  Finalizada la guerra mundial se produjo un proceso de desnazificación.
Millones de ejemplares de una lista de 30.000 libros fueron confiscados y destruidos.
El representante de la junta directiva militar aliada reconoció que "esta orden no se diferenciaba en nada de las quemas de libros realizadas por los nazis unos años antes".
• 29 de abril de 1976, escasamente un mes después del golpe de estado en Argentina encabezado por Videla. Luciano Benjamín Menéndez, jefe del III Cuerpo de Ejército con asiento en Córdoba, ordenó una quema colectiva de libros, entre los que se hallaban obras de Proust, García Márquez, Cortázar, Neruda, Vargas Llosa, Saint-Exupéry, Galeano...
La justificación:

"... para que con este material no se siga engañando a nuestros hijos". Y agregó: "De la misma manera que destruimos por el fuego la documentación perniciosa que afecta al intelecto y nuestra manera de ser cristiana, serán destruidos los enemigos del alma argentina".


La Biblioteca de Sarajevo. Varios siglos después de la quema de la Biblioteca de Alejandría, la barbarie y la estupidez humanas reprodujeron fielmente el suceso, esta vez en Sarajevo, la noche del 25 al 26 de agosto de 1992.
Hay muchos casos más; incluso la literatura ha reflejado con maestría estas escenas. Este es solo un botón de muestra.
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Bibliografía y más info:
• Tienes el pdf completo en Breve historia de la quema de libros.
• Wikipedia tembién le dedica una entrada a la quema de libros.
• Breve historia de la quema de bibliotecas.
• Las 10 peores quemas de libros de la historia.


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