Después de la primera ola, solo la oscuridad permanece. Después de la segunda sólo el que tiene suerte escapa. Y después de la tercera, sólo los que tienen mala suerte sobreviven. Después de la cuarta ola, sólo una regla se aplica: no confíes en nadie.Gracias a Riverside Agency por el ejemplar.
Ahora, es el amanecer de la quinta ola, y en un tramo solitario de la carretera, Cassie huye de ellos. Los seres que sólo parecen humanos, que deambulan por el campo, matando a cualquiera que ven. Quiénes han dispersado a los últimos supervivientes de la Tierra. Permanecer sólo es seguir con vida, Cassie lo cree, hasta que conoce a Evan Walker. Cautivador y misterioso, Evan Walker puede ser la única esperanza de Cassie para rescatar a su hermano, o incluso a sí misma. Pero Cassie debe elegir: entre la confianza y la desesperación, entre el desafío y el rendirse, entre la vida y la muerte. Abandonar o levantarse.
Si hay algo que no me llamaba en lo absoluto de este libro es el tema de los extraterrestres. Y es que ni siquiera disfruto demasiado las películas, porque el 90% de ellas termina en tiros, acción y galanes (estadounidenses) salvando a la Tierra de esta maldita raza-invasora...
Digo esto porque por un lado moría por leer un libro distópico que no estuviera destruido por un virus o causas inexplicables, como en la mayoría, pero por otro la idea de extraterrestres me echaba para atrás. ¿Pero sabés qué, vos, que estás en duda por lo mismo que lo estaba yo? Leelo. No te va a defraudar.
PD: a diferencia de la reseña, algunas citas pueden tener spoilers. Están avisados (y si no leíste esa oración lo tenés merecido).
En este libro tenemos a una mujer en el protagónico y no a un hombre como en la mayoría de las distopías actuales (salvando casos particulares con cosas como THG, Divergente y otras... bueno, ustedes saben a qué me refiero). Es importante este punto, porque desde THG no había leído una distopía centralizada por una chica (no, no leí a Veronica Roth). Fue un gran cambio en mis lecturas, y agradezco haberme sentido identificada con ella.
Lo cierto es que las primeras páginas fueron un conjunto de cosas sin sentido que no terminé de entender hasta que pasé de la 100. De ahí en más todo empezó a cobrar forma, pero aún así sigo enojada. Es decir, es como si Yancey hubiera escrito esas primeras páginas tirando todo el argumento, lo que pasó y lo que deberíamos saber para poder seguir la historia, como para sacárselo de encima y una vez hecho eso, ahora sí, comienza con lo interesante. O no, interesante no es la palabra, porque todo es interesante... el problema es que yo sentí que estaba mal contado.
Si el enemigo es como tú, ¿cómo luchas contra él?
No nos da un contexto de base como para sentir la bronca de Cassie; nos va contando todo a través de flashbacks y terminamos mareados de tantos personajes nuevos que aparecen de la nada y sin explicación alguna. Y perdón Cassie, pero qué pesada sos con el chico que te gusta/ba... mamita. Se murió el 90% (por no decir más) de la población mundial y sólo podés pensar en el chico por el que suspirabas antes de que los extraterrestres atacasen. Qué sillazo en la cara te daría.
Pero más allá de todo eso, una vez que pasan las primeras 100 hojas y vamos entrando en tema (y Cassie deja de hablar consigo misma, por lo tanto deja de pensar en chicos), la historia es genial. Tiene un setting increíble en el que todo es verosímil e inverosímil, blanco y negro; un setting que te vuela la cabeza y que hace que te sientas igual de desconfiada y paranoica que Cassie.
¿Por qué pasa esto? Porque las primeras cuatro olas son completamente coherentes con nuestra realidad y con la realidad del libro... excepto la de que suben las mareas. Esa no se explica en todo el libro y yo no terminé de entender por qué Yancey decidió que esa era una de las olas. Pero obviando eso...
-Todos estamos muertos, hijo, sólo que algunos lo están un poco más que otros.
Si yo fuera un alien a punto de atacar un planeta (y más: la fucking Tierra), lo dejaría sin electricidad, largaría una peste que mate a la mayoría de las personas que lo habitan y mandaría silenciadores a... bueno, silenciarlos. I think you get it.
Pero como todo esto es coherente con el pensamiento de un conquistador, entonces nosotros nos sentimos cómodos sabiendo que esto puede estar por pasar dentro de poco. Bueno, cómodos no, pero sí con la lectura. Sabemos que es coherente lo que pasa, sabemos que las olas son circunstancias por las que la humanidad tiene que pasar para que los aliens la conquisten.
Estoy poniendo muchas cosas así. Debería parar.
Y eso es un gran punto a favor de la historia: el setting es tan, tan bueno que te sentís dentro de esa realidad. Sentís la angustia de Cassie, la bronca, el miedo... y siempre salgo con lo mismo, pero al tener un hermano menor del cual la protagonista tiene que ocuparse y por el que sufre me siento aún más identificada con ella.
-¿Quieres compararte con un insecto, Cassie? Si eres un insecto, tienes que ser una efímera. Un día en el mundo y se acabó. Eso no tiene nada que ver con los Otros: siempre ha sido así. Estamos aquí y después desaparecemos, y lo importante no es el tiempo que pasemos en este mundo, sino lo que hagamos con ese tiempo.
Otro de los puntos fuertes (que creo son la mayoría): Yancey va alternando las voces de los personajes. Al principio me molestó porque, como tenía tanta mescolanza en el cerebro, no alcanzaba a enganchar del todo qué estaba pasando, o en qué lugar del planeta se encontraba el personaje que hablaba (si es que estaba en este planeta). Poco a poco me fui acostumbrando a cada uno de ellos y me entristecía que terminara su parte: te enganchás con cada uno de los relatos, lo que hace a ese switch de voces coherente y necesario.
Cada uno de los personajes lo leí bien armado. Cada uno tiene su historia y su presente, y actúan en consecuencia de ello. Y hay varios golpes bajos en esos pasados, eh. El de Zombie fue uno de ellos. Así como hablo de que me sirvió el hermano de Cassie para sentirme más identificada, también me sirvió la historia de este jovenzuelo (¿?) para hacerme pelota el kokoro. Y todo bien, Yancey. No te odio.
Mucho.
-(...) Al final lograré arrancarte una sonrisa, soldado.
No sonríe.
-No lo creo, señor.
-¿Tienes algo en contra de las sonrisas?
-Fue lo primero que perdí.
Los últimos dos puntos que tengo para decir vienen ahora. Creo que son los más impactantes, y por eso lo mejor para el final.
El significado y qué (más bien cuál) es la quinta ola es una de las cosas que más me dejó helada durante mi lectura. Sí, bueno, allllllgo por el estilo me esperaba... pero estaba tan, tan segura de que no iba a ser eso, tan segura de que no iba a pegar tan por debajo del estómago que hasta el momento en el que lo leí estaba tranquila.
Y lo voy a conectar con el segundo punto: todo esto es algo que puede suceder. Y, quizás, probablemente, maybe someday y todas las cosas que querramos decirnos para autoconvencernos de que no es así, ya esté pasando.
La quinta ola es aquella que va más allá de un ser extraterrestre, porque es algo que pasa ahora mismo (y hablo de la sociedad actual, no literalmente de los aliens y su invasión). SPOILER Los aliens infiltrados, creo yo, es una simbología más de un autor más de un libro más para contar lo que realmente tenemos al lado. Que un extraterrestre pueda estar acá al lado mío en este momento *empuja a la hermana lejos por si las dudas* es una prueba más de lo confianzudos que somos. Vamos a poner el ejemplo más bobo: internet. Hablamos y nos relacionamos con cualquiera, damos información. nos encontramos en la vida real con gente que ni siquiera sabemos quiénes son realmente. Y se los dice alguien que encontró a su mejor amiga en Twitter hace seis años por hablar de la misma banda de música FIN DEL SPOILER.
Estamos tan, tan confiados que La Quinta Ola me terminó dando náuseas. Pero no por el libro en sí (que lo vengo adulando, che. No me voy a dar vuelta en el último minuto), sino por la idea de que lo que plantea puede suceder o estar sucediendo en este mismo momento. ¿Nos replanteamos esta idea de que somos los más genios, que todo lo podemos? ¿Y si el enemigo natural del ser humano es nada más ni nada menos que él mismo?
-(...) ¿No lo entiendes? En cuanto decidamos que una persona ya no importa, ellos habrán ganado.
Es un libro que va más allá de la ficción y de los extraterrestres. Nos da una pequeña lección sobre los recaudos que debemos tener, lo confiados que somos y que, a la larga, no todos somos estadounidenses facheros con setenta armas de guerra capaces de matar a todo extraterrestre que llegue al planeta.
Ni siquiera con cerebros gigantes y una canción rara.