Revista Belleza

La radiofrecuencia, el tratamiento facial que cambió mi piel (y mi estado de ánimo)

Por Kira @un10enbelleza

radiofrecuencia facial


Nunca pensé que el hecho de no dormir pudiera afectar tanto al estado de mi piel hasta que Asier nació y, en vez de venir con un pan bajo del brazo, lo hizo con dos años y medio de noches en vela.

Entonces fui testigo directo del cambio que sufría mi piel con el paso de los meses. Comenzó a perder firmeza, como si la piel se descolgase, y los surcos nasogenianos se notaban más y más, algo que no era normal en mi edad.


Recurrí a inyecciones de ácido hialurónico que, en un principio, solucionaron el problema de los surcos pero el resto de la cara seguía perdiendo firmeza y habría seguido así de no ser por el asesoramiento de Felicidad Carrera a la que nunca le podré agradecer lo suficiente lo que ha hecho por mi piel.


centro de estética felicidad carrera

En una de mis sesiones de IPL le comenté lo que el no dormir estaba afectando a mi piel y, en seguida, me aconsejó primero tomar colágeno hidrolizado y empezar a tratar la falta de firmeza con radiofrecuencia.

Esta técnica no era nueva para mí ya que había tenido la oportunidad de probarla en otro centro de estética, aunque sólo una sesión, algo que no es suficiente para notar un cambio considerable en la piel.

Sí que es cierto que con una sesión se nota más luminosidad pero para problemas de firmeza se requieren varias y una constancia en el tratamiento.

Pero, antes de seguir hablando de los resultados, os hablaré un poco más acerca de esta técnica.

Hay varios tipos de radiofrecuencia y la escogida en mi caso fue Accent que se realiza con un equipo de radiofrecuencia médica monopolar y bipolar para combatir la flacidez de la piel.


radiofrecuencia accent, felicidad carrera

La radiofrecuencia es un tratamiento que trata y previene la flacidez que trabaja calentando las capas profundas de la piel haciendo que el colágeno se contraiga provocando que los tejidos se tensen.

Además, este calor también activa la formación de nuevo colágeno.

Está indicado a partir de los 35 años que es cuando comienza a ralentizarse la producción de colágeno y elastina.

Se aplica en el rostro para mejorar mejorar la flacidez de la piel, remodelar el óvalo facial, tratar los surcos nasogenianos y los párpados, aunque también puede usarse en el cuello y el cuerpo.

Y, por cierto, no duele nada, otro punto a favor. Lo único que notas es calor.

Yo estoy encantada. Cuando salgo de cada sesión noto la piel más luminosa, es impresionante y con el paso de los meses se va notando también como se redefinen los contornos y que todo vuelve a su sitio. 

Como os adelantaba en el título del post, no sólo ha mejorado mi piel, sino que ha sido fundamental para mejorar también mi estado de ánimo y mi autoestima.

Antes no me encontraba a gusto con mi rostro. Me miraba en el espejo y no me gustaba lo que veía.

La piel cada vez estaba más flácida y yo cada vez estaba más acomplejada por tener una piel que para nada se correspondía con la edad que tenía.

Así que para mí la radiofrecuencia ha sido fundamental en el proceso de cambio exterior e interior.

Y todo gracias, una vez más, a Felicidad Carrera y a su hija Leticia que siempre me asesoran de manera profesional y me tratan como a una amiga más que como a una clienta, algo que considero fundamental ya que el trato para mí es algo muy importante.


¿Qué os ha parecido este post?


Volver a la Portada de Logo Paperblog