El pasado miércoles 26 fue el día en que finalmente iba a ir al teatro después de un largo mes de esperan en el que ciertas personitas me habían dicho que les había encantado. A principios de marzo os comenté de su estreno en Barcelona, en el Teatro Apolo, y que iba a estar en cartelera solo un mes. Sin embargo, todo parece indicar que se va a quedar un mes más en la ciudad condal así que, aprovechando que pronto será semana santa, ¿qué tal acercaros a Barcelona a ver La Ratonera?
El espectáculo narra una extraordinaria escena de crímenes que tienen lugar en una casa de huéspedes de estilo victoriano. En una fría noche de invierno, van llegando a la mansión los inquietantes inquilinos que van a pasar un fin de semana en ella. Ante la muerte de uno de ellos, llega la policía y mediante su interrogatorio hace que la casa se convierta en una ratonera.
Un ratón y dos ratones… al son de la música (una que se meterá en vuestra cabeza y que cada vez que suena notaréis cómo el vello se os pone de punta) se van desarrollando los acontecimientos en la casa de huéspedes Monkswell. Sus propietarios, Mollie y Giles Ralston, son un joven matrimonio ilusionados y dispuestos a acoger a sus primeros huéspedes, unos bastante peculiares. Una tormenta de nieve los deja incomunicados y los nervios se harán más palpables cuando un policía llegue a la casa, con la idea de que uno de ellos será la próxima víctima. Un asesino que al son de una canción infantil va dejando su huella. Ocho personajes que van y vienen por el escenario dejando al público, en cierta medida, el papel de detective. Una historia al más puro estilo de Agatha Christie, con sus entresijos y esa manera que tiene de esconder la realidad. Una vez más (si cuento las novelas suyas que he leído) me ha dejado muy sorprendida con el final. El entreacto fue ese momento en que afirmamos quién era el asesino… fallamos estrepitosamente.
En cuanto a la obra en su conjunto no puedo decir más que cosas buenas: la puesta en escena me encantó, el escenario es una de las habitaciones de la pensión, una sala en la que los personajes van y vienen de la cocina o de sus habitaciones, incluso vienen a leer junto al fuego. En este tipo de obras la ambientación es fundamental y para mí está muy bien conseguida. Y ya sólo me queda hablar de los actores: Mariona Ribas, Ferran Carvajal, Aleix Rengel, Xabier Bertrán, Anna Gras-Carreño, Santi Ibáñez, Joan Amargos e Isabel Rocatti. La mayoría es posible que os suenen de algunas series y películas (sobre todo de Cataluña en series de canales autonómicos). Me han sorprendido las interpretaciones de Joan Amargós y Ferran Carvajal, aunque he de reconocer que todas me han parecido muy buenas. Respeto mucho a los actores de teatro porque tener que actuar ante un público es de una gran templanza.
Así que la historia en sí, la escenificación, la nieve cayendo por la ventana (sí, como suena), lo que esconden los personajes tras sus esquivas miradas y esos golpes musicales de suspense dejan al público sin poder apartar los ojos del escenario.