La raza castellana y su carácter semita (Pensamientos esporádicos)

A raíz de mi artículo de hace unos meses sobre si los «españoles» en su conjunto son blancos, y como dije que estoy en proceso de escribir un libro sobre «las Españas» y sus gentes (en inglés), decidí para beneficio de mis lectores «hispanos» incluir parte de mi texto sobre la raza castellana, de manera anticipada. Lo que escribo a continuación son sólo pinceladas, sin ningún orden particular, pues son extractos de mi libro sobre España. En la cuestión racial, España es un país sin conciencia racial, sobre todo hoy en día. A muchos «españoles» les hablas de raza y se quedan estupefactos, o te sueltan estupideces tales como «solo existe una raza, la raza humana». Otros, si llegan al nivel de distinción racial, te dicen «no hay ninguna diferencia racial entre un castellano, y un catalan, o un gallego, es imposible detectar esas diferencias». No, no lo es. Como ya os he dicho un montón de veces, hasta bien entrado el siglo XX, prácticamente todos los libros sobre España distinguían un tipo racial en según qué provincia o región. Ya sé que hoy en día además está muy de moda en España querer sacar pecho cuando alguien es «rubio» y te dicen «pero si en Andalucía hay muchos rubios», como si ser rubio fuera la definición de ser blanco. ¿Entonces un marroquí rubio es blanco de raza? Bueno, si alguien quiere creer semejante estupidez, adelante. Ser blanco no es tener el pelo rubio necesariamente, sino va más allá: son ciertos orígenes y si nos limitamos a lo científico, pues tener ciertos haplotipos. En España hay gente tan estúpida e ignorante que dicen cosas como «muchos españoles tenemos sangre mora, pues la mayoria de españoles tiene el pelo oscuro». Sería gracioso si no fuera porque lo dicen en serio, sin ningún sentido de la ironía. Además, mucha gente confunde FENOTIPO con GENOTIPO. Por ejemplo, si nos limitáramos a fenotipos, entonces se diría que Rowan Atkinson no es inglés sino «judío», y eso es una gilipollez. O, por el contrario, se diría que un moro con pecas es ario alemán, a pesar de que su haplotipo es africano. Si no os habeis hecho la prueba de ADN, os la recomiendo. Yo me la hice hace unos años y todo lo que me salió no fue sorprendente para nada. Lo que más gracia me hizo fue la parte que ponía «no se evidencia ningún origen portugués o castellano ni en época reciente, ni pasada». Efectivamente, eso yo ya lo sabía y no necesitaba una prueba de ADN para saber que por supuesto no tengo ni orígenes portugueses, ni castellanos, ni mucho menos «judíos y moros» como muchos españoles creen tener no sé si por cierto fetiche sexual hacia lo africano o por el lavado de cerebro al que han sido sometidos en los colegios y desde los corruptos medios de comunicación controlados por el sistema.

En todo caso, yo sí digo que una de las razas dentro de España más orientales, más «africanas» por decirlo así, es la raza castellana. Castilla es una región asilvestrada, aunque por su desolación conduce a cierto romanticismo poético. Antiguamente, por lo menos el sentido de «honor» o «hidalguía» castellana compensaban por sufrir la ausencia de los regalos benevolentes de la naturaleza que esa región no tiene. Pero hoy en día ya ni les queda el honor, pues como el resto de España, es una tierra llena de degenerados.

Una vez estás dentro de la tierra castellana, la pobreza está a la orden del día, tanto en la gente como en sus recursos naturales. Los castellanos jamás han tenido un espíritu emprendedor, pero eso es normal cuando se está en una tierra que históricamente, hasta las cosas más básicas para llevar una vida digna no se conseguían ni a CUALQUIER precio. Una de las filosofías históricas de Castilla con respecto a la vida ha sido siempre, al igual que Andalucía y Extremadura, «a la cama tarde, a despertarse incluso más tarde al día siguiente». Cuando España fue perdiendo su imperio, la población española sufrió una decadencia racial notable. Solo hay que ver las pinturas de la época para saber de lo que hablo. En España existía por excelencia el prototipo nórdico o mediterráneo clásico, atlántico, que también se da en Francia y en Inglaterra. Sin embargo, en muchos rincones de Castilla y Andalucía hoy en día, un número notable de españoles no estaría fuera de lugar en algún bazar marroquí y, tal y como van las cosas ahora, con la invasión de inmigrantes indios sudamericanos, en unos años España se parecerá más bien a cualquier país sudamericano o centroamericano. Algo parecido ocurre aquí en EEUU, pero la diferencia es que nos segregamos mucho más que en España.

Los castellanos, a diferencia de nuestros ancestros atlanto-mediterráneos, catalanes, valencianos, gallegos, galeses, escoceces, franceses, e ingleses, nunca han sido un pueblo del agricultor independiente. Debido a sus condiciones climáticas y la tierra, los castellanos han sido un pueblo más bien nómada, como no pocos pueblos semitas. Al igual que los irlandeses católicos, han sido un pueblo «wanderer», como se dice en inglés, más dados a la aventura, como los «chancers» irlandeses de antaño, que a la industria seria y a la productividad. En términos modernos, los típicos apátridas, «ciudadanos del mundo», pero que en realidad no son nada. Digan lo que digan de Catalunya, o Galicia, o Valencia, pero al menos ha habido más sentimiento «nacionalista» en esas tierras que en la indiferente Castilla con esa mentalidad semita de «es lo que hay, qué será será». Siendo un pueblo de pastores y no de agricultores y emprendedores, es lógico que desprecien conceptos como el arraigo, por ejemplo. Históricamente, han sido pobres por naturaleza, al igual que sus hermanos los extremeños y andaluces, que además son castellanos de raza. Es por esa razón que robar es tan habitual entre los castellanos. En España no se habla tanto de emprender, sino más bien el sueño típico de no pocos castellanos y otros es la de ser funcionario. Normal, porque tiene más probabilidad un funcionario en España de «hacer dinero» siendo funcionario y robando, que abrir una empresa. ¿Para qué abrir una empresa en un país tan corrupto, sumiso y cobarde? España es uno de los pueblos más obedientes del mundo, pues solo basta con ver como permitieron que el gobierno les mantuviera encerrados durante la «pandemia». Castilla es una tierra que no produce nada intelectual hoy en día, y ha quedado vacía pues es un secarral. Ese es otro parecido que tienen los castellanos con los moros, si bien hay que ser justos y decir que «por lo menos» los jóvenes castellanos no van atracando a personas mayores y turistas en Barcelona y otras grandes ciudades como sí hacen la mayoría de la chusma magrebí que ha entrado en España en las últimas décadas.

Se podría decir mucho más sobre el carácter semita de los castellanos actuales y no tan actuales, pero por falta de tiempo ahí lo dejo. Es muy probable que vaya cerrando yo este blog de forma definitiva, principalmente porque estos temas los trataré más en forma de libro y a la vista del panorama mundial, muy poca gente hoy en día lee los textos aquí en su totalidad. Más bien, cogen un párrafo para intentar trolearme (sin éxito, todo sea dicho) porque serían destrozados en un debate cara a cara. Los que de verdad quieren aprender, ya os daré más detalles sobre cómo leer mi trabajo. Se va agotando el plazo para que este blog en concreto siga operativo. De momento, lo dejo abierto por si alguien quiere aportar algo más sobre el tema de estas breves pinceladas.